viernes, 28 de enero de 2022

Para conocimiento y fines de lugar.........Wilfrido Vargas hace 4 años "buenas producciones sobran, lo que desapareció fue la gestión, la visión, la inversión en el marketing y los buenos managers".


Por Wilfrido Vargas
Picoteando el Espectáculo
El pasado 23 de febrero atendí una invitación de Premio lo Nuestro, y me sentí halagado por el trato que me dio esa multitud de luminarias. Perdón, ¿halagado dije?

Quizás esa no sea la palabra, porque produce dolor y tristeza durar tres horas sentado en una sala, sólo para comprobar que el merengue definitivamente desapareció como género para ese tipo de reconocimientos.

Sarcásticamente, me dije en aquella silla que, de seguir así, de la única forma que nuestra música pudiera volver a estar nominada en estas premiaciones es si la interpretara un mexicano o un colombiano, por ser quienes han sabido adaptarse a las nuevas exigencias de la industria de la música, y por ser junto a los boricuas, los más actualizados y eficientes en las plataformas que difunden sus productos. Pues, se toman muy en serio lo que finalmente es importante: la difusión masiva de sus trabajos.

Los empresarios dominicanos no han querido ver este panorama. República Dominicana está llena de talentos: músicos, productores, intérpretes y creativos musicales, tan diversos que ni yo mismo alcanzo a comprender.

Como siempre lo he dicho, lo ideal sería que resurjan empresarios disqueros con suficiente información, con conocimiento del negocio actual y con las relaciones que se necesitan para dinamizar y relanzar nuestra música y nuestros talentos.

Bienvenido Rodríguez lo hizo y fuimos los primeros mientras estuvimos en sus manos. Creyó en el talento nacional. Actualmente, alguien así es lo que le está faltando al merengue y a sus intérpretes.

Para un artista es fundamental encontrar un magnate o casa disquera que se arriesgue a asumir los desafíos, de la magnitud, que él asumía. De lo contrario debe contar con los medios no sólo económicos sino también a nivel de relaciones humanas dentro del mundo musical y la “maquinaria del marketing” que se necesita para convertirse en un artista nominado o mencionado dentro de los grandes eventos y premiaciones.

Esa es una verdad difícil y hasta dolorosa, pero verdad al fin.

Al escuchar las recientes producciones que se exhiben por el chat de Merengueros Siglo XXI se puede confirmar que merengues y merengueros sí hay. Y esto es esperanzador para el que ama el merengue. Entonces, ¿qué pasa? Parafraseando a Cantinflas yo diría que “El problema es que ese problema no es el problema”. Por aquello de que la fiebre no está en la sábana. Es decir, ¿Qué hacemos con tener buenas producciones y buenos talentos, si no hay quién los desarrolle y los promueva con las lógicas actuales de la industria?

Las buenas producciones nos sobran, lo que desapareció fue la gestión, la visión, la inversión en el marketing y los buenos managers.

La Asociación de Merengueros Siglo XXI lo ha comprendido y por primera vez nos estamos haciendo cargo de la situación, como el que hace justicia con sus propias manos. Hemos asumido esta realidad como un reto, afrontando la situación con la conciencia de que ese empresario disquero, ese Chapulín Colorado, no existe. Que los tiempos son otros. Que lamentablemente hay que invertir, porque hace falta gente que se convenza de que el merengue es una industria rentable, pero partiendo de realidades. La primera es reconocer que la mayoría de la juventud ya no baila merengue ni conoce ciertos merengueros. Sin embargo, el concierto de “Sólo Merengue” estaba repleto de gente joven y entusiasmada con los grupos. Esa contradicción deja un mensaje claro y reconfortante para el género: el merengue sigue siendo el ritmo de mayor presencia y aceptación del público.

Entonces, los merengueros debemos aplaudir y apoyar todas las iniciativas de Merengueros Siglo XXI y acabar de organizarnos como institución, para así definitivamente crear la plataforma que nos sirva en la toma de decisiones y acciones para el sostenimiento y crecimiento del género. Como ejemplo, el concierto realizado el 29 de enero.

Ojalá este artículo sirva de inspiración a muchos de estos empresarios o dueños de casas discográficas, para que se atrevan a creer, apostar y confiar en los talentos nacionales. Mientras esto sucede, desde Merengueros Siglo XXI, estamos decididos a catapultar nuevamente el género, y los premios llegarán de manera natural.

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