Picoteando el Espectáculo
Gran parte de los detalles de la vida de Eugenio Derbez son públicos, debido a la fama que poseía su mamá, la primera actriz Silvia Derbez, gracias a quien conocemos muy al actor y comediante, sin embargo, hay una parte de la privacidad del cineasta, hasta ahora, poco conocida: la relación con su padre, don Eugenio González Salas, quien falleció a la edad de 71 años, cuando Derbez tenía 23 y estaba a punto de debutar como papá, con la llegada de su primera hija, Aislinn. Visiblemente conmovido, el actor recordó, durante una entrevista con Gustavo Adolfo Infante, cómo fue la partida de su padre a quien, desafortunadamente, no le dio tiempo de despedir.
Su herencia paterna
Como una, el actor habló de su papá y de cómo recuerda su infancia a su lado: “Todo mundo habla de mi mamá, pero nadie habla de mi papá. Mi papá era un hombre muy divertido, serio, alto, era publicista. Había un programa que se llamaba El Gran Premio de los 64 mil pesos, con don Pedro Ferriz, mi papá era el productor de ese programa, mi padre lo trajo a México y otro que se llamaba Los Catedráticos, en aquel entonces, los publicistas eran los productores y así conoció a mi mamá, en un programa de televisión”, contó durante su reciente visita al programa El minuto que cambió mi destino.
El actor contó que su papá tenía una gran personalidad y un sentido del humor único: “Mi papá era un hombre muy divertido, muy simpático, muy buena gente, todo el mundo le tenía miedo, pero era un pan de Dios”. Eugenio recordó que su papá, murió a consecuencia de varias enfermedades: “Se fue joven, tenía diabetes, toda la vida la tuvo, pero muy controlada, tenía cáncer, creo de próstata, ya controlado, ya le había dado un infarto, pero seguía normal, tenía de todo, pero a la vez, era un hombre muy entero, muy sano que no lo veías quejarse, pero un día se le juntaron las tres cosas y de sorpresa, un 14 de febrero, me dijeron, tu papá está en el hospital”.
Más sincero que nunca, Eugenio confesó por qué no se pudo despedir de él: “Yo, que ya había visto que mi papá se había ido al hospital, como que no lo tomé muy enserio y de repente me hablaron a las pocas horas y me dijeron: ‘Está en terapia intensiva, córrele, pero llegué al hospital y ya no alcancé a verlo, cosa que me dolió mucho”. Recordó que, en ese momento en el que hospitalizaron a su papá, él estaba a punto de debutar en el mismo papel: “Todavía no estaba trabajando, Aislinn estaba a punto de nacer, estaba haciendo algo relacionado con Aislinn, en el 86, estaba a un mes de nacer mi hija y fue más que nada, que no le di importancia, me pasó como este cuento de Pedro y el lobo, mi papá entró tantas veces al hospital”.
El hombre de su vida
Derbez echó de menos que su papá no lo haya visto cumplir sus sueños como artista: “Murió cuando yo tenía 23 años, sí me hizo mucha falta en mi vida, me dolió mucho que no me haya visto triunfar, me vio en papelitos, aquí y allá, no le tocó más, me dolió que nunca me vio triunfar”, dijo. El comediante cree que sus habilidades en este género son herencia de su padre: “Yo creo que el humor que tengo lo heredé de mi papá, era simpatiquísimo; sin embargo, nunca lo veías hacer bromas. Mi papá no era el payasito, mi papá era serio, pero así era capaz de hacer las locuras que no te puedes ni imaginar. Lo extraño mucho y platicó mucho con él”, reconoció.
Fuente Tania Galvan-Hola Mexico
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