La sensual actriz confesó que cuando compitió en Señorita México en 1985, quedó en tercer lugar, porque en el puesto que realmente había quedado (segundo) Raúl Velasco puso a Rebecca de Alba, quien en realidad había obtenido la sexta posición.
"Subí a la oficina de Raúl y le comenté que haría un escándalo ante la prensa, ya que una amiga consiguió los votos y ya los tenía en mi poder; me amenazó y agarrándome fuerte de un brazo me dijo: ‘si quieres seguir en este ambiente, más te vale que te quedes callada; yo sé por qué te quité y puse a Rebecca, así que mejor guarda silencio’, y callé por mucho tiempo, de lo contrario, con su poder me hubieran vetado”, nos confió.
-¿Tuviste muchos pretendientes?
“Siempre fui tranquila, de relaciones largas, así que nunca supe si los tuve. Anduve con Miguel Zelada, ex portero del América; después con Guillermo Capetillo, que acababa de hacer Rosa salvaje. Después salí con José Antonio García, quien aún sigue siendo el dueño del Atlante, hasta que conocí a mi ex esposo, Erwin Godínez, con el que me casé en 1998, a los 28 años”.
Nos platicó cómo decidió divorciarse de Erwin: "Decidí cambiar mi vida y al saber de la infidelidad de Erwin, dije: ‘¡hasta aquí!’. Quise ser feliz y estar libre de tantas cosas que pasaron, que todo el mundo sabe (él la engañó durante seis meses con Aracely Arámbula, que era su amiga). No le dije nada a él, sino hasta que conseguí trabajo en 'Mi querida enemiga'".
-Oye, ¿te has operado algo?
“Sólo la nariz, pues cuando jugaba con mi hijo me aventó la pelota y me la fracturó, pero todo lo que ven es natural. Ahora soy una nueva Lina Santos, feliz, soltera, no tengo miedo a envejecer sola. Sí estoy abierta al amor; necesito a alguien inteligente, que me conquiste y me tenga entretenida”, concluyó.
fuente TV notas
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