Aquí hay un "antes y un después" de la familia de El Pachá, con los hijos, ya crecidos.
Con un padre sometido a los rigores del trabajo y las exigencias del medio, y una esposa que se mantiene bonita, pese al paso del tiempo, como pueden verificar en la foto de abajo, tomada anoche.
Y como siempre sucede, siempre aparece alguien que "se pasa", pues no faltó quien le preguntara al Pachá si los tres eran hijos suyos. Frederick, que es tan "alebrecao", tragó en seco, y no supo qué responder, mientras Igorina, su esposa, no pudo evitar que se le reflejara una sonrisa gustosa con la ocurrencia.
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