Desde que la salud de José Luis Rodríguez El Puma, de 73 años, se ha ido deteriorando, debido a una fibrosis pulmonar que lo aqueja desde hace 16 años, las hijas mayores del cantante de las cuales está distanciado, han manifestado su interés de acercarse a su padre.
Especialmente desde que unas imágenes que dieron la vuelta al mundo, mostraron al cantante auxiliado por un tanque de oxígeno durante una presentación en Colombia, en septiembre pasado.
Liliana Rodríguez, hija del intérprete que vive en Miami, Florida, habló en exclusiva con TVyNovelas al dar detalles del estado de salud de su padre y expresó sus ansias de volver a verlo para arreglar los conflictos que los alejaron hace 30 años.
¿Sientes que tu padre se irá de este mundo sin amistarse con ustedes?
Todos nos tenemos que ir de este mundo, nadie permanece para siempre. Creo que el propósito de estar en este planeta y vivir esta vida es por un propósito definido y marcado. Si nos vamos con menos cargas y asignaturas pendientes, mucho mejor.
¿Cómo está la salud de tu padre?
Peor de lo que se dice. Tras su presentación en Colombia, la gente se preguntaba por qué estaba cantando de esa manera. Creo que se está despidiendo públicamente y si así lo quiere, hay que dejarlo ser. La fibrosis pulmonar no le permite respirar con facilidad.
¿Quién te mantiene al tanto de su salud?
Hay mucha gente que me lleva y trae información, ya que no tengo contacto con él. No creo que me comuniquen toda la verdad y lo hacen para que yo me quede tranquila. Tiene un pulmón a media capacidad y está buscando un trasplante pulmonar.
¿Es cierto que también tiene problemas cardiacos?
Sí. Tres días antes de su presentación en Colombia, le practicaron un cateterismo triple en el corazón y afuera del show se encontraban paramédicos con una ambulancia, por si algo pasaba. Tenía tres arterias obstruidas y, sin embargo, subió a cantar.
Entonces, ¿por qué lo hizo? ¿Por necesidad económica?
El Puma no trabaja por necesidad económica, gracias a Dios. Lo hace, quizá, por el ego y la necesidad de ser quien es y continuar.
Siempre te refieres a él como El Puma, pero nunca como tu padre. ¿Te cuesta?
No me cuesta, en absoluto. Si actuara como un padre, tal vez se lo diría. No sé qué pesa más, si despedirse en público o de sus hijas que lo quieren. Si él prefiere dar su último respiro en tarima que con su familia, lo considero un egoísta. Lo que hizo fue un acto suicida.
¿Qué otros recursos médicos ha hecho?
Sé que intentó lo de las células madres por un tiempo, pero ya no le están funcionando y busca alternativas, incluso no aceptadas o admitidas por la medicina.
¿Como cuáles?
No tengo idea, lo único que me informaron es que le dicen: “Tómate esto”, y se lo toma. Yo creo que es por desesperación. Me han dicho amistades que juegan al dominó con él en su casa, que no se quiere morir todavía.
Si tuvieras cinco minutos con él, ¿qué le dirías?
Que lo amo y si hice o dije algo que me alejara de su vida, que me perdone. Voy a ser su hija siempre, no hay motivos para estar separados y debemos unir a las dos familias. Me encantaría olerlo y besarlo, sin reproches.
¿Qué es lo que más te reprocha hasta el día de hoy?
No lo sé, es una buena pregunta…. Me parece que a él le molesta que yo sea demasiado amiguera con la prensa, pero lo hago como último camino, porque no tengo opción.
¿Crees que tú y tu hermana estén en la herencia de El Puma?
Ese tema nunca se ha tocado. Creo que todos los padres tienen el derecho de dejar o no a sus hijos, es el dinero que ellos han trabajado. Mi hermana y yo somos incapaces de pedirle algo antes que muera. Lo que quiero de El Puma ya lo tengo, que es su ADN y su música. Es lo que quedará para mí y su única nieta, mi hija Galilea. No quiero casas ni dinero. Cambiaría todo eso por una cena familiar.
¿Qué te dice Galilea de su abuelo?
Galilea lo adora y desde que empezó a hablar le dice Paco. No le gusta verlo así y le rompe el corazón. La última vez que nos vimos los tres, fue hace dos años, en Perú.
¿Qué fue lo último que te dijo?
Que había tenido que tomar una decisión y nosotros habíamos perdido, y que si no nos volvíamos a ver en este mundo, lo haríamos en la otra vida.
¿Crees que tiene miedo a morir?
Esa última vez me dijo que no, simplemente no quería sufrir y estaba listo para irse.
¿Piensas que mejorará?
No lo sé, lo único que deseo que mejore es nuestra relación. Sería un ejemplo bello para la humanidad.
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