Picoteando el Espectáculo
Lo que el cantante mexicano esperaba que fuera una noche de juegos en el casino del hotel Wynn en Las Vegas se convirtió en una euforia colectiva de sus fanáticas que le descubrieron en una de las salas del lugar y le acapararon masivamente.
Al terminar su concierto, Luis Miguel se fue al hotel no sin antes pasar por la principal sala del casino, donde acompañado de una de sus coristas suponía jugar una partida de poker. Pero todo cambió cuando fue reconocido entre los presentes y de momento el apacible lugar comenzó a llenarse de varios de sus seguidores que le grababan y tomaban fotos.
El sol de México tuvo que pedir ayuda a la seguridad del lugar que le pasó a una sala más privada, pero desde donde igual le continuaban asediando sus fans.
Por más de una hora el cantante intentó eludir la cercanía de casi un centenar de mujeres que le gritaban frases y coreaban fragmentos de sus canciones, hasta que la persistencia de las chicas logró cruzar el cerco de la seguridad del cantante y llegar hasta la mesa donde estaba Luis Miguel.
En permanente algarabía todas las mujeres le gritan y el cantante mantiene todo el tiempo una sonrisa en el rostro pero asegura en un momento "que es difícil jugar así".
Entre la multitud se dejan ver verdaderas fanáticas: mujeres que llevan tatuajes con el nombre de "Luis" en su piel, uñas que han sido pintadas con el rostro del cantante, otras ilustran colecciones de fotos del Sol de México en sus teléfonos móviles. Y por supuesto las que lloran de alegría tras ver a su músico favorito justo enfrente de sus narices.
Fuente Infobae
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