Picoteando el Espectáculo
Perdió su virginidad cuando tenía sólo 12 años, la misma época en la que robaba vehículos junto a otros chicos de su edad, hasta que fue detenido por la policía. Se casó cinco veces y fue uno de los símbolos sexuales de los ochenta gracias a Miami Vice. En la vida salvaje de Don Johnson, quien cumple este domingo 70 años, no faltó la explosiva combinación de drogas, alcohol y mujeres.
“Me siento igual que siempre. De 16 años y revoltoso”, así hablaba Don Johnson el pasado noviembre sobre la idea de llegar a los 70 años. En aquella entrevista con The Guardian confesó que en alguna época de su vida creyó que no pasaría ni siquiera de los 30.
Y es que Don, nacido el 15 de diciembre de 1949 en Missouri, debió superar una infancia amarga y los excesos de su juventud en Hollywood para convertirse en la figura que es hoy.
“Tuve una infancia horrible. Me llevé la quiniela: abuso y padres que se divorciaron cuando tenía 12 años y yo era el mayor. Realmente era infeliz y abandoné mi casa a los 16 y cuando te vas la casa a los 16 y no tienes un plan y tienes que valerte por ti mismo y pasar la escuela, eso construye un carácter poderoso”.
Muy pronto se sintió atraído por el mundo de la actuación, pues confiaba en sus habilidades y ya desde su época de estudiante se fue adentrando en el mundo del teatro. Pero contrario a lo que podría pensarse, su belleza física se convirtió en un problema.
“Ocurrió que era un joven muy atractivo, pero era algo andrógino en la época y la androginia no era necesariamente lo mejor entonces, Era joven, flaco, tenía el pelo largo. Era como un niño bonito”.
Con el paso del tiempo ese atractivo pronto trabajó en su favor y lo hizo en grande. Johnson se mudó a Los Ángeles en 1969 y debutó en Hollywood en 1973 con la película The Harrad Experiment, que significaría un antes y después no sólo en su vida laboral, sino también en la sentimental.
Su coestrella en esa producción era la legendaria Tippi Hedren, quien solía llevar a la filmación a su hija Melanie Griffith, de entonces 14 años. La convivencia entre Melanie y Don, quien tenía 22 años, pronto derivó en un romance que -parece- no escandalizó a nadie en el Hollywood de la época.
Para ese momento, Don ya había estado casado en un par de ocasiones (nunca se dieron a conocer los nombres de sus primeras dos esposas), algo que evidenciaba la precocidad del hombre que perdió su virginidad a los 12 años con su niñera, de 16.
“No lo uso como una insignia de honor, pero ella era una niña muy encantadora de 16 años y los dos éramos jóvenes, ambos experimentando con éxito. Y fue lindo”, comentó hace tiempo sobre su primera experiencia sexual.
El actor había posado además en la revista gay Climax e protagonizó la obra teatral Fortune and Men Eyes, junto al actor Sal Mineo, la estrella de Rebelde sin causa que nunca ocultó su homosexualidad, y que incluyó una controvertida escena de una violación en prisión que algunos consideraron excesiva y gratuita.
Antes de embarcarse en el romance con Melanie, Don vivió con una de sus groupies, la legendaria Pamela Des Barres, quien lanzó en 1987 una autobiografía donde detalló no sólo su relación con Johnson, sino también con Mick Jagger y Jimmy Page.
La vida amorosa de Johnson no se aplacó. Entre 1981 y 1988 vivió con la actriz Patti D’Arbanville, con quien tuvo a su hijo Jesse, pero en 1989 se reencontró con Melanie Griffith y en octubre de ese año nació su hija Dakota (la protagonista de Cincuenta Sombras de Grey).
Su historia de amor, de nueva cuenta, no tuvo un final feliz. En marzo de 1994 y aunque intentaron una nueva reconciliación, se separaron definitivamente en 1995. Un año después Melanie se casó con Antonio Banderas y tuvo a su hija Stella.
Don ha asegurado en varias ocasiones que su vida salvaje quedó atrás, En 1999 se casó con la maestra Kelley Phleger, con quien tiene tres hijos y una vida de ensueño.
El actor y cantante (sí, también grabó algunos discos) dejó en claro el año pasado que no se arrepiente de nada. “Antes llegabas a los 60 y se acabó. Pero hoy la gente se hace mayor y se dice que está en este mundo para aprovechar el tiempo, que no tiene sentido irte de él arrepintiéndote de no haber probado esto o lo otro. Una cosa es clara. nadie se va de este mundo diciendo arrepentido: ‘Hice el amor demasiadas veces'”. Fuente Infobae
No hay comentarios.:
Publicar un comentario