A muchos le llama la atención la manera vehemente en que el comunicador José Laluz defiende, a capa y espada, a los urbanos en el programa “El Sol de la Mañana”.Desestima cualquier tema de interés general para alabar a los urbanos, sin importar los cuestionamientos que se hace a quienes incitan al consumo de estupefacientes, promueven la violencia de género, o se expresan con letras explícitas sobre el sexo.
Ahí está el apologista y turiferario de los urbanos asumiendo el papel de super héroe y villano a la vez.
Pero, ¿qué hay detrás de tanta parafernalia? ¿Consume José Laluz la música urbana? Ni lo piensen…
José Laluz se ha dado cuenta del poder que hay en esa gran masa de diletantes del dembow, el reguetón, el rap y otros géneros.
Procura estar bien con ellos porque forma parte de su agenda política.
Es la gente con la que eventualmente cuenta para una posible candidatura a una posición política.
No está mal la idea y estrategia de hacerse el gracioso ante la gente joven.
Pero una cosa piensa el burro y otro el que lo apareja, decía mi abuelo, allá en La Vega.
No siempre esos jóvenes se dejan seducir por cantos de sirena de quienes quieren aprovecharse de ellos.
Alofoke, quien me invitó a cenar hace poco en el restaurant Turo del Piantini, cuando le pregunté sobre la posibilidad de lanzarse en procura de un cargo político, me dijo que lo estaba pensando muy bien.
Los “views”, los “likes” de las redes, no siempre se traducen en votos electorales…
Ojalá que Lluz no sufra un apagón con los urbanos…
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