El cantante Guillermo Dávila no deja de dar las gracias a los puertorriqueños por haberlo ayudado a que se realizara un milagro en su vida con sus oraciones y con el trabajo que hizo el equipo médico del Hospital Universitario de Río Piedras durante el tiempo que estuvo internado y sedado en la unidad de intensivo por una seria complicación pulmonar.
El artista venezolano se dispone a regresar a la Isla para presentar el concierto que no pudo hacer por su enfermedad el 21 de febrero en el hotel Caribe Hilton, lo que adelantó será un espectáculo prolongado porque tiene mucho que compartir con su público, sobre todo, vivencias durante esos días de gravedad en el hospital y que adelanta en entrevista exclusiva con este diario.
Como se recordará, a principios de noviembre Dávila arribó a la Isla para promocionar el concierto que ofrecería el día 15 de ese mes. Sin embargo, el 4 de noviembre tuvo que ser hospitalizado de emergencia a causa de una seria afección respiratoria con la que había llegado a Puerto Rico. No fue hasta el 18 de noviembre que el artista fue dado de alta. Debido a su delicado estado de salud, durante su hospitalización tanto su esposa Laura como su equipo de trabajo viajaron para estar cerca de él.
“Lo que yo viví en Puerto Rico vale más que cualquier concierto magnífico que haya presentado en mi vida. …Siento que he nacido de nuevo, que sigo aquí en la tierra justificando mi existencia de la mejor manera posible para que comparta un conocimiento que me mandaron, para que yo comunicara que hay alguien más que está pendiente de nosotros, que nos cuida, nos protege y que conduce nuestras vidas. Dios ha hecho un milagro y me siento como un recién nacido, como un ser nuevo, que sepan en el mundo que estoy con Dios”, confesó el intérprete de Toda la luz.
Guillermo no tuvo recuerdos de las dos semanas que permaneció entubado hasta tiempo después.
“Al momento de tomar conciencia, despertaba poco a poco, y a medida que pasaba el tiempo es cuando empiezo a escuchar y ver lo que estaba pasando en el cuarto, pero no totalmente consciente. Una de las cosas que más me impresionó fue que me veía en una lancha sobre el agua, como en una fiesta, y en ese momento me desperté. Realmente estaba alucinando, es una locura porque veía toda esa proyección como en una pantalla, y a la gente que me hablaba en medio de mi semi inconsciencia”.
Compartió que en la última revisión que se le hizo, los médicos le dijeron que todo estaba perfectamente bien. Además asegura que ya dejó el cigarrillo.
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