Ha pasado más de un año desde su muerte pero es ahora cuando Robin Williams ya puede descansar en paz. Este fin de semana se ha conocido que su esposa, Susan Schenider, y los tres hijos que el actor tuvo de relaciones anteriores, Zachary, Zelda y Cody, ya han llegado a un acuerdo para repartirse la cuantiosa herencia del cómico y han terminado la disputa judicial que mantenían desde hace unos meses.
La tercera esposa del desaparecido actor se quedará con la casa que compartió con William en la zona de la bahía de San Francisco y recibirá una manutención vital. Asimismo, Susan ha heredado un lujoso reloj que pertenecía a su marido, una bicicleta que el matrimonio adquirió durante su luna de miel y algunos de los regalos que familiares y amigos les dieron con motivo de su enlace, que tuvo lugar en 2009.
Por su parte, los tres hijos del actor se repartirán la fortuna de su padre y se quedarán con algunos objetos de interés emocional como álbumes de fotografías o ropa. El abogado que representa a Zachary, Zelda y Cody ya ha dicho que “los tres hermanos están muy contentos de dejar atrás esta tensa situación con la viuda de su padre”.
La disputa se inició cunado Susa Schenider dijo que los objetos personales que Robin tenía en su casa de San Francisco no debía incluirse a la lista de objetos que el actor dejó a sus hijos. Asimismo, acusó a los tres vástagos de su difunto esposo de haber cogido objetos de la casa sin su consentimiento. Ante tales acusaciones, Zachary, Zelda y Cody dijeron que Susan estaba “echando sal a una terrible herida” al intentar cambiar la herencia de su padre y decidieron poner el tema en manos de la justicia. Fuente vanistatis
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