En el día a día se vive una verdadera revolución de vanidades que asombra hasta al creador del universo.
Es demostrable ver un afán desmedido por ser reconocido, admirado y el alto perfil a que se observe el concepto de los méritos de las personas.
Las familias dominicanas están en más de un 80% sincronizadas con todas las tendencias que las tecnologías y maquinas humanas para tales fines les ofrece.
En los padres de los últimos 40 años recae todo el peso de la permisividad con que encaran la educación y principios de sus hijos. Es triste ver padres de familias convertir sus hijos en "figurines virtuales" en las redes sociales, olvidando que nuestros hijos son esponjas.
No todo esta podrido, existen algunos padres dominicanos dedicados en cuerpo y alma a brindarle una educación a sus hijos en base a valores, principios y honestidad.
A los niños de hoy no se está enseñando la palabra y el temor a Dios.
Lo delicado de todo esto, es ver la mayoría de los padres usando su nombre de "DIOS" en las redes sociales con maestría que asombra.
Las familias dominicanas están en más de un 80% sincronizadas con todas las tendencias que las tecnologías y maquinas humanas para tales fines les ofrece.
En los padres de los últimos 40 años recae todo el peso de la permisividad con que encaran la educación y principios de sus hijos. Es triste ver padres de familias convertir sus hijos en "figurines virtuales" en las redes sociales, olvidando que nuestros hijos son esponjas.
No todo esta podrido, existen algunos padres dominicanos dedicados en cuerpo y alma a brindarle una educación a sus hijos en base a valores, principios y honestidad.
A los niños de hoy no se está enseñando la palabra y el temor a Dios.
Lo delicado de todo esto, es ver la mayoría de los padres usando su nombre de "DIOS" en las redes sociales con maestría que asombra.
En las familias es que tiene que estar el enfoque del conocimiento bíblico y amor a Dios, juntos como familias responsables en dar hijos e hijas de bien a la sociedad.
Se observa no sera fácil el futuro que les espera a la nueva generación, cuando se recorre todo el camino a menos.
Vivimos una decadencia en palabras como la decencia, responsabilidad, caballerosidad, honestidad entre otras maravillas de la buena educación.
Los padres nunca debemos olvidar esta frase: "La educación es el vestido de gala para asistir a la fiesta de la vida".
Esto lo picoteamos a la vista.
Se observa no sera fácil el futuro que les espera a la nueva generación, cuando se recorre todo el camino a menos.
Vivimos una decadencia en palabras como la decencia, responsabilidad, caballerosidad, honestidad entre otras maravillas de la buena educación.
Los padres nunca debemos olvidar esta frase: "La educación es el vestido de gala para asistir a la fiesta de la vida".
Esto lo picoteamos a la vista.
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