Isabel Pantoja ha aprendido la lección con la exniñera de su hija Chabelita, Dulce. La confianza es algo que las dos nuevas empleadas del hogar que trabajen en Cantora tienen que ganarse desde el primer día.
Según ha contado Laura Cuevas, la hija de un exempleado de confianza de la finza, la cantante no quiere más sorpresas y quiere asegurarse de que las nuevas trabajadoras que asegura que está buscando no se peseen por los platós de telvisión o concedan entrevistas a las revistas del corazón para contar las intimidades del clan Pantoja al completo.
Busca dos mujeres jóvenes, que no tengan cargas familiares y que sean sus seguidoras incondicionales, según ha confesado Cuevas en el programa «Socialité», después de que dos de las empleadas que estaban trabajando decidiesen marcharse por unas supuestas pésimas condiciones laborales.
La artista quiere que ambas se dediquen en cuerpo y alma a ella, por eso no quiere que tenga pareja ni hijos, y que la traten de señora en todo momento, como bien explica Cuevas. Las internas librarían un día a la semana y su horario debe adaptarse a las necesidades del hogar, empezando la jornada a primera hora y terminando cuando Isabel se va a la cama que suele ser tarde.
«Tendrán que levantarse muy pronto para tener preparado el desayuno cuando la familia se levante. Después, tendrán que tener preparado el almuerzo y con la cena, lo mismo. Además, Isabel es una mujer que se acuesta tarde, así que las internas tendrás que estar a su disposición por si ella necesita algo», cuenta.
En cuanto al sueldo, Cuevas apunta que no superará los 900 euros, pero a cambio tienen casa y comida. «Yo aconsejo que quien quiera ese trabajo afirme una y otra vez que idolatra a Isabel Pantoja, eso por encima de todo, incluso que no pregunte ni por la nómina. Si lo hace así, el contrato es automático», explicó Cuevas. Se desconoce si habla en boca de Isabel Pantoja o no, pero lo que si es cierto es que de ser ciertos estos requisitos son, cuanto menos, bastante curiosos.
Fuente ABC
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