La familia del popular merenguero típico Bartolo Alvarado (El Cieguito de Nagua), quien murió el viernes al atardecer en el hospital Brookdale de Brooklyn, siguen a la espera de los resultados de una prueba de coronavirus, que se le hizo antes de morir y cuya entrega podría tomar varios días, debido a la enorme cantidad de casos en turno.
Hasta el momento, su viuda señora Ana de Alvarado no ha hablado en medios locales sobre la situación, pero allegados a ella dijeron anoche a este reportero que mientras tanto el cuerpo sigue en la morgue del referido nosocomio.
“Ana, pidió la entrega del cuerpo, pero el hospital se ha negado diciéndole que hasta que no se tengan los resultados, el cadáver no puede ser entregado a la familia, para cumplir con las medidas contra la propagación del COVID-19”, explicó una reconocida activista comunitaria cercana a los familiares del artista.
Alvarado, fue llevado de urgencia a la emergencia del hospital con síntomas iguales a los del coronavirus, como una tos persistente y la respiración bloqueada.
Según el informe, fue recibido por los médicos con ambos pulmones bloqueados, lo que causó más sospechas en los galenos de que pudo haber sido atacado por el COVID-19.
El cuerpo podría ser cremado para llevar las cenizas a la República Dominicana, sin poder velarlo como se merece por cientos de seguidores en Nueva York, debido a las restricciones de las autoridades que prohiben más de 10 personas en las funerarias.
Y en caso de ser sepultado en Nueva York, los asistentes al entierro, tendrían que quedarse dentro de los vehículos, sin poder acercarse al ataúd.
Tampoco podrían participar en ningún oficio religioso como la misa de cuerpo presente, por el cierre de las iglesias, muchas de las cuales están transmitiendo los servicios por internet a los fieles, al igual que las funerarias con los velatorios.
Es probable que solo las cenizas de El Cieguito de Nagua, lleguen a la República Dominicana, debido a que hasta el momento solo la empresa United Parcel Services (UPS), está transportando cofres con cenizas de los restos de los difuntos y no los cuerpos en prevención a que en sus aviones de cargas se contagie el coronavirus.
Se dijo que los trámites burocráticos que existían para gestionar el transporte de cadáveres a la República Dominicana en medio de la crisis, se han flexibilizado y en este momento no se está exigiendo la apostilla.
UPS está diciendo en su página web que durante la crisis del virus, está cumpliendo estrictamente con todas las medidas y regulaciones de los gobiernos del mundo en relación al COVID-19, que incluye el transporte de los muertos.
Inmediatamente se supo del fallecimiento de El Cieguito de Nagua, en cientos de cuentas de redes sociales se especuló sobre la causa, y aunque un hijo de Alvarado, adelantó una aclaración de que preliminarmente no se tenía evidencias, los rumores en la comunidad dominicana persisten.
Fuente Miguel Cruz Tejeda-diario libre
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