Por Carmen Luz Beato/El Dia
Picoteando el Espectáculo
La arquitecta y comunicadora Lissette Selman jamás negociaría sus principios, jamás traicionaría su moral, ni su integridad porque es lo que le permite mirar de frente, proyectar su voz con fuerza y jamás bajar la cabeza, a menos que sea para orar o presentar disculpas.
Con una trayectoria incuestionable en los medios de comunicación, iniciada hace casi 38 años en el programa “Hoy Mismo”, en Color Visión, Lissette ingresó como parte del Departamento de Prensa del canal, donde le correspondía hacer el segmento de noticias junto a su amigo Henry Pimentel, a quien perdimos no hace mucho tiempo.
Enamorada del arte del buen hablar y el arte del bien escribir, le resulta de difícil decisión sobre cuál ha sido su mayor satisfacción en los medios, “Es difícil elegir una como la mayor; pero seguro que debo citar la proyección lograda y lo que he hecho y hago con ese alcance, que es crecer profesionalmente y seguir siendo, en la medida de lo posible, alguien que use su influencia para las mejores causas”.
¿Qué han significado para ti estos casi 38 años en la comunicación?
Muchas cosas: aprendizaje, desafíos, crecimiento, servicio, despertar, realización… de todo eso a la vez, en un proceso que, en realidad, nunca termina. Además, una de las cosas que más aprecio es que jamás un día ha sido igual al otro, al tiempo de exigir un poco más de mí cada vez, probándome con grandes satisfacciones
¿Hay alguna diferencia entre lo que se hacía cuando iniciaste y lo que se hace ahora en materia de TV?
Definitivamente sí. No recuerdo en aquellos años haber visto ni oído escenas ni palabras fuera de tono y que chocaran con la dignidad. Lo que hoy vemos y escuchamos en algunos espacios da pena y vergüenza.
¿Cuál ha sido la experiencia más negativa en la comunicación?
Sortear envidias, pero eso reforzó mi concentración en el horizonte, hacer equipo poniendo lo mejor de mí hacia la excelencia y reafirmar que hay espacio para todos.
¿Qué extrañas de no estar en la TV?
La adrenalina de los espacios en vivo, saberme conectada con mucha gente, aunque ahora lo hago a través de mis redes sociales, pero la televisión, sin duda, tiene una magia especial.
¿Te gustaría volver a la TV?
¿Por qué no? Aprendí a vivir de cara al viento y a barajar todas las posibilidades sin perder el tiempo, es decir, aprovechando todo lo que el momento presente me permite.
¿Por qué no has vuelto a la TV?
Decidí darme un tiempo que me permitiera respirar y dedicarme en cuerpo y alma a ejecutar mi rol de esos años con la propiedad debida, hablo de mis funciones en aquel momento como gerente de Comunicaciones de la Dirección General de Aduanas, una tarea que demandó no solo tiempo más allá de un horario, sino pasión y compromiso para liderar un equipo, abrir las puertas de la información aduanera, respaldar al director en su propósito bien logrado de hacer una gestión de cercanía y comunicación con todos los actores del comercio exterior, reivindicación de los colaboradores de la institución mejorando la comunicación interna.
Enamorada
— Lo que le gusta
Confiesa estar enamorada de su familia, incluidos sus perros; su trabajo, que es su pasión; la vida y de los amaneceres y atardeceres. En el camino espiritual vas aprendiendo que todo es un regalo inconmensurable.
La arquitecta y comunicadora Lissette Selman jamás negociaría sus principios, jamás traicionaría su moral, ni su integridad porque es lo que le permite mirar de frente, proyectar su voz con fuerza y jamás bajar la cabeza, a menos que sea para orar o presentar disculpas.
Con una trayectoria incuestionable en los medios de comunicación, iniciada hace casi 38 años en el programa “Hoy Mismo”, en Color Visión, Lissette ingresó como parte del Departamento de Prensa del canal, donde le correspondía hacer el segmento de noticias junto a su amigo Henry Pimentel, a quien perdimos no hace mucho tiempo.
Enamorada del arte del buen hablar y el arte del bien escribir, le resulta de difícil decisión sobre cuál ha sido su mayor satisfacción en los medios, “Es difícil elegir una como la mayor; pero seguro que debo citar la proyección lograda y lo que he hecho y hago con ese alcance, que es crecer profesionalmente y seguir siendo, en la medida de lo posible, alguien que use su influencia para las mejores causas”.
¿Qué han significado para ti estos casi 38 años en la comunicación?
Muchas cosas: aprendizaje, desafíos, crecimiento, servicio, despertar, realización… de todo eso a la vez, en un proceso que, en realidad, nunca termina. Además, una de las cosas que más aprecio es que jamás un día ha sido igual al otro, al tiempo de exigir un poco más de mí cada vez, probándome con grandes satisfacciones
¿Hay alguna diferencia entre lo que se hacía cuando iniciaste y lo que se hace ahora en materia de TV?
Definitivamente sí. No recuerdo en aquellos años haber visto ni oído escenas ni palabras fuera de tono y que chocaran con la dignidad. Lo que hoy vemos y escuchamos en algunos espacios da pena y vergüenza.
¿Cuál ha sido la experiencia más negativa en la comunicación?
Sortear envidias, pero eso reforzó mi concentración en el horizonte, hacer equipo poniendo lo mejor de mí hacia la excelencia y reafirmar que hay espacio para todos.
¿Qué extrañas de no estar en la TV?
La adrenalina de los espacios en vivo, saberme conectada con mucha gente, aunque ahora lo hago a través de mis redes sociales, pero la televisión, sin duda, tiene una magia especial.
¿Te gustaría volver a la TV?
¿Por qué no? Aprendí a vivir de cara al viento y a barajar todas las posibilidades sin perder el tiempo, es decir, aprovechando todo lo que el momento presente me permite.
¿Por qué no has vuelto a la TV?
Decidí darme un tiempo que me permitiera respirar y dedicarme en cuerpo y alma a ejecutar mi rol de esos años con la propiedad debida, hablo de mis funciones en aquel momento como gerente de Comunicaciones de la Dirección General de Aduanas, una tarea que demandó no solo tiempo más allá de un horario, sino pasión y compromiso para liderar un equipo, abrir las puertas de la información aduanera, respaldar al director en su propósito bien logrado de hacer una gestión de cercanía y comunicación con todos los actores del comercio exterior, reivindicación de los colaboradores de la institución mejorando la comunicación interna.
Enamorada
— Lo que le gusta
Confiesa estar enamorada de su familia, incluidos sus perros; su trabajo, que es su pasión; la vida y de los amaneceres y atardeceres. En el camino espiritual vas aprendiendo que todo es un regalo inconmensurable.
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