El último, definitivamente, indignó tanto a un espectador, que terminó separando a la pareja, en Nueva Zelanda.
No era para menos: había un bebé recién nacido en medio. La mujer lo tenía cargado en su pecho, mientras tenia sexo con su pareja en las escaleras del Metro, mientras ignoran a la asombrada multitud. Siguieron haciéndolo, hasta que alguien pateó al hombre para parar el acto.
No era para menos: había un bebé recién nacido en medio. La mujer lo tenía cargado en su pecho, mientras tenia sexo con su pareja en las escaleras del Metro, mientras ignoran a la asombrada multitud. Siguieron haciéndolo, hasta que alguien pateó al hombre para parar el acto.
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