La comensal de un restaurante estadounidense demuestra su agradecimiento por la comida y el servicio con un insólito ofrecimiento al mesero: hacerle sexo oral.
Pero lo increíble es que en pleno restaurante, con algunos testigos alrededor (no se sabe si son clientes o empleados del establecimiento), el mesero accede y procede a bajarse el pantalón.
La mujer, al obtener el “sí” por parte de quien le sirvió a la mesa, da un grito de júbilo y procede a cumplir su promesa, alentada por su compañero de mesa, al parecer quien graba la acción.
En el video se escucha al mesero decir: “Déjame decirte que esta es una gran propina”.
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