Por Emelyn Baldera/listin diario
El Ministro de Hacienda, Donald Guerrero aseguró que hay ciertos incentivos que deben eliminarse o revisarse porque ya cumplieron los objetivos para los que fueron creados y eso toca a la Ley de Cine, promulgada en 2010.
El funcionario afirmó que en la actualidad productores someten presupuestos inflados que luego no pueden justificar.
Fue categórico cuando declaró en el espacio radial El Sol de la Mañana, que conducen un grupo de profesionales entre los que están Julio Martínez Pozo, Euri Cabral, María Elena Núñez, Melton Pineda, que "hay presupuestos de películas que están exagerados y que no se corresponden con la realidad".
Puso como ejemplo que en algunos detalles de partidas como la gasolina, el monto que sugieren para el mismo pareciera que le dieron varias veces la vuelta al país completo, mientras que, cuando se investiga, la producción cinematográfica fue realizada en locaciones de la ciudad.
“De igual manera sucede con otras partidas como salarios de empleados y secretarias, pasa lo mismo que ha sucedido con otras leyes, que por falta de una fiscalización adecuada y del compromiso de quienes tenemos que trabajar en la aplicación de la ley, hacen que las mismas se desvirtúen un poco, en el sentido de que terminan siendo un instrumento para promover exenciones de impuestos sobre la renta en las empresas, no tanto para promover películas de calidad, ni con una inversión razonable”, manifestó el funcionario dominicano.
Explica que con la Ley de Cine ha sucedido lo que pasó con otras leyes que se establecen facilidades para el acceso a los incentivos como forma de promover las inversiones, “pero nosotros, como parte de la condición natural del ser humano, a veces nos extralimitamos y tratamos de sacarle más provecho de lo que la misma ley sugiere o promueve”.
Insiste en que “hay presupuestos de películas que no se corresponden y que están a nuestro juicio inflados y los productores serios de cine saben que es así. La DGCINE los revisa y están siendo más estrictos con esos puntos”, aclaró la autoridad fiscalizadora.
Recordó que en este momento el presupuesto es abierto por lo propone para preservar la Ley de Cine y los incentivos, establecer normas y sugiere como una posibilidad limitar un presupuesto anual, de manera, que podamos financiar tantas películas como se cubra ese prepuesto.
Mientras que son muchos los empresarios y cineastas criollos que han ponderado las bondades de esta ley que ha impulsado el desarrollo de la industria del cine en el país desde su aprobación en 2010, como lo hizo Manuel Corripio que ha dado un apoyo fiel a las producciones locales del séptimo arte.
Ha sido el mismo Corripio quien en varias ocasiones ha alertado que hay que cuidar el reglamento creado para incentivar la industria cinematográfica en el país. “La ley debe seguir invirtiendo y debe invertir en la calidad. Sin embargo, no solo es la ley; todos los que de una forma u otra participamos de la industria debemos cuidarla, siendo prudentes con los presupuestos que se presentan, no abusando de los incentivos y, sobre todo, ser muy cuidadosos en las negociaciones que se hacen”, manifestó el empresario.
En enero de este año el empresario reveló que desde la puesta en vigencia de la Ley de Cine se han invertido cuatro mil millones de pesos en la producción de películas, se han construido estudios, dos de ellos para uso gratuito y otro privado (Quitasueños), e indicó que la clase cineasta pasó de ser empírica a profesional por los estudios que muchas personas ligadas al área han tenido la oportunidad de realizar fuera de la República Dominicana y abarcar casi todas las áreas, como son el sonido y el montaje, entre otros renglones.
Según las cifras manejadas por el empresario dominicano en el 2014 el cine dominicano generó 200 millones de pesos en taquillas, y en el 2015 y 2016 RD$ 300, 000,000.
“Las películas dominicanas aún son sobrepasadas en cantidad de título por las películas extranjeras, constituyen el 12 por ciento de los títulos y el 30% de las taquillas”, dijo.
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