En los 70, Erik Estrada (69) se consagró como estrella televisiva en la serie Chips, donde era el oficial Frank Poncherello. A bordo de la moto y junto a su compañero patrullaban las calles de Los Angeles.
Ahora, Estrada que desde 2016 dejó la actuación para ser policía en la vida real, decidió hacer una donación muy especial a la Policía de St Anthony, en el estado de Idaho. Es en ese lugar donde ejerce su nueva profesión, al igual que en la ficción, arriba de un moto.
La donación es su perro Mako, un pastor alemán de tres años que está adiestrado para detectar drogas.
Mako trabajará con el sargento Greg Belew en escuelas locales, buscando detectar estupefacientes.
Un perro de estas características cuesta unos 15 mil dólares y al parecer, según declaró el jefe de la policía de St. Anthony, Allen Neff, no tienen uno porque les resulta imposible de pagar.
Desde que es policía, Estrada realizó varias donaciones, en dinero y otros materiales al departamento policial en el que trabaja.
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