MADRID. Hace unos meses, casi todos los actores del elenco de “La casa de papel” eran prácticamente unos desconocidos, pero desde su desembarco en Netflix la serie española se ha convertido en un éxito internacional con garantías de continuidad y en un fenómeno “fan” sin fronteras.
Esta semana Netflix anunció que la ficción creada originalmente por Álex Pina para el grupo audiovisual español Atresmedia ha sido la más vista en habla no inglesa en la historia de la plataforma estadounidense, por lo que avanzó que habrá tercera temporada, esta vez en exclusiva para sus abonados.
En las puertas del hotel de Roma donde los actores concedían entrevistas el pasado jueves, decenas de adolescentes se arremolinaban a la caza de una foto. Dentro estaban también estrellas de otras series famosas como “Glow”, “The Alienist” o “Por trece razones” (13 Reasons Why), pero el objetivo principal eran los españoles.
“Yo he tenido consciencia de lo que está pasando al pisar Roma, en España esto no nos pasa”, señaló a Efe Miguel Herrán, Río en la ficción televisiva. “Aquí la gente te para, no puedes caminar, es una locura”. Y no es sólo en Italia, también y sobre todo en América Latina.
Álvaro Morte, que venía de trabajar en series españolas como “Amar es para siempre” o “El secreto de Puente Viejo”, contaba que en Argentina hay gente que se ha hecho tatuajes con su cara. Incluso en Buenos Aires, hace un par de semanas, la policía desarticuló una banda de narcos que se hacían llamar “La casa de papel”.
Úrsula Corberó, pareja del también actor argentino Ricardo Mario “Chino” Darín, hijo de Ricardo Darín, cuenta que hasta ahora aprovechaba sus estancias en Buenos Aires para desconectar y disfrutar del anonimato.
“Pero ahora mis amigos de allí me mandan fotos con la promoción de la serie en carteles gigantes por la calle e imágenes de gente cantando el ‘Bella Ciao’ -una escena clave de la serie- en discotecas a las que yo solía ir”, señala con humor y curiosidad.
Trama, personajes, ritmo o la hábil combinación de comedia, drama y acción, son, dice Morte a Efe, algunos factores del éxito de esta serie que cuenta la preparación y ejecución de un atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre por un grupo de ocho ladrones que, pese a todo, se hacen querer.
Morte da vida al Profesor, el cerebro de la banda, un tipo misterioso y calculador, con cierto espíritu de Robin Hood.
“Es obvio que la riqueza en este mundo no está bien distribuida, y estos tipos representan al pez pequeño que ataca al tiburón que controla el poder y el dinero; es fácil que cualquiera conecte con ese enfado que producen esas injusticias”, señala el actor.
Por otro lado, añade, todos los personajes tienen ese lado humano. “Somos criminales, pero adorables”, subraya.
Sobre el contenido de la tercera temporada, dicen que aún no saben nada, pero por imaginar que no quede.
“Me imagino al Profesor llevando una vida modesta en una isla en Filipinas. No ha robado para llevar una vida de lujo sino por una especie de venganza revolucionaria, es un robo filosófico, podríamos decir, así que lo veo en una pequeña cabaña, con pantalones de pescador, dando clases a unos chicos, como un tipo normal”.
A Corberó, en la ficción Tokio, no le va tanto la calma. “Me imagino a Tokio aburrida después de toda la adrenalina, como que necesita diversión, correr otro riesgo. Así que desde aquí hago un llamamiento a Vancouver (la productora) para que me pongan mucha acción, algo apoteósico, quiero volver a coger la metralleta”.
“La casa de papel” no es la única de sus producciones que Netflix rentabilizará en el exterior. La plataforma estadounidense también ha adquirido y está produciendo una nueva temporada de “Paquita Salas”, que nació en el portal Flooxer, del grupo español Atresmedia.
Otra serie suya, “Velvet”, fue exportada por la plataforma Movistar, mientras que “Vis a vis” ha saltado a Fox, después de dos temporadas en la española Antena 3 televisión.
Esta semana Netflix anunció que la ficción creada originalmente por Álex Pina para el grupo audiovisual español Atresmedia ha sido la más vista en habla no inglesa en la historia de la plataforma estadounidense, por lo que avanzó que habrá tercera temporada, esta vez en exclusiva para sus abonados.
En las puertas del hotel de Roma donde los actores concedían entrevistas el pasado jueves, decenas de adolescentes se arremolinaban a la caza de una foto. Dentro estaban también estrellas de otras series famosas como “Glow”, “The Alienist” o “Por trece razones” (13 Reasons Why), pero el objetivo principal eran los españoles.
“Yo he tenido consciencia de lo que está pasando al pisar Roma, en España esto no nos pasa”, señaló a Efe Miguel Herrán, Río en la ficción televisiva. “Aquí la gente te para, no puedes caminar, es una locura”. Y no es sólo en Italia, también y sobre todo en América Latina.
Álvaro Morte, que venía de trabajar en series españolas como “Amar es para siempre” o “El secreto de Puente Viejo”, contaba que en Argentina hay gente que se ha hecho tatuajes con su cara. Incluso en Buenos Aires, hace un par de semanas, la policía desarticuló una banda de narcos que se hacían llamar “La casa de papel”.
Úrsula Corberó, pareja del también actor argentino Ricardo Mario “Chino” Darín, hijo de Ricardo Darín, cuenta que hasta ahora aprovechaba sus estancias en Buenos Aires para desconectar y disfrutar del anonimato.
“Pero ahora mis amigos de allí me mandan fotos con la promoción de la serie en carteles gigantes por la calle e imágenes de gente cantando el ‘Bella Ciao’ -una escena clave de la serie- en discotecas a las que yo solía ir”, señala con humor y curiosidad.
Trama, personajes, ritmo o la hábil combinación de comedia, drama y acción, son, dice Morte a Efe, algunos factores del éxito de esta serie que cuenta la preparación y ejecución de un atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre por un grupo de ocho ladrones que, pese a todo, se hacen querer.
Morte da vida al Profesor, el cerebro de la banda, un tipo misterioso y calculador, con cierto espíritu de Robin Hood.
“Es obvio que la riqueza en este mundo no está bien distribuida, y estos tipos representan al pez pequeño que ataca al tiburón que controla el poder y el dinero; es fácil que cualquiera conecte con ese enfado que producen esas injusticias”, señala el actor.
Por otro lado, añade, todos los personajes tienen ese lado humano. “Somos criminales, pero adorables”, subraya.
Sobre el contenido de la tercera temporada, dicen que aún no saben nada, pero por imaginar que no quede.
“Me imagino al Profesor llevando una vida modesta en una isla en Filipinas. No ha robado para llevar una vida de lujo sino por una especie de venganza revolucionaria, es un robo filosófico, podríamos decir, así que lo veo en una pequeña cabaña, con pantalones de pescador, dando clases a unos chicos, como un tipo normal”.
A Corberó, en la ficción Tokio, no le va tanto la calma. “Me imagino a Tokio aburrida después de toda la adrenalina, como que necesita diversión, correr otro riesgo. Así que desde aquí hago un llamamiento a Vancouver (la productora) para que me pongan mucha acción, algo apoteósico, quiero volver a coger la metralleta”.
“La casa de papel” no es la única de sus producciones que Netflix rentabilizará en el exterior. La plataforma estadounidense también ha adquirido y está produciendo una nueva temporada de “Paquita Salas”, que nació en el portal Flooxer, del grupo español Atresmedia.
Otra serie suya, “Velvet”, fue exportada por la plataforma Movistar, mientras que “Vis a vis” ha saltado a Fox, después de dos temporadas en la española Antena 3 televisión.
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