Sonaba en 1962 “Qué será de mí” (Condena) en la voz de un joven de 21 años llamado José Manuel Calderón, para que se escribiera la primera página en la historia de la bachata, género que el próximo 30 de mayo cumplirá 52 años.
“Lo primero que pasó con la bachata fue el rechazo. Al ritmo quisieron quitarle el mérito llamándole ‘música de guardia’. Sin embargo, los que la despreciaban la enaltecen hoy. Hubo mucha hipocresía, incluso de algunos intérpretes que renegaban llamarse bachateros”, recuerda Calderón sobre los primeros días difíciles.
“La bachata nació conmigo. Grabé mi primera canción en los estudios de La Voz del Trópico, que en ese entonces estaba en la calle Abreu de San Carlos. ‘Qué será de mí’ (Condena) es el nombre del tema autoría de Bienvenido Fabián. El ingeniero de sonido era Fabio Inoa, quien para ese entonces trabajaba en la emisora grabando cuñas. Esa vez grabé la segunda guitarra”, relató a elCaribe en la intimidad de su hogar.
Con su guitarra en manos, insiste en que el término “bachata” estaba establecido desde varios años antes y que lo que quiere decir es bemberria, jolgorio, chercha y bulla”. Poco tiempo pierde en precisar que las primeras influencias para que la bachata se definiera como género musical fueron los tríos, la ranchera, el tango y el bolero.
Cincuenta y dos años después, Calderón dice que tiene la suerte de seguir obteniendo ingresos a través del ritmo, aunque se apresura a dejar claro que no tiene dinero, que su fortuna son sus instrumentos (risas.). “Yo lo que sigo es trabajando”, sostiene el artista, quien, según confesó, en su carrera no ha cobrado 100 mil pesos por fiesta en el país y que en el extranjero su mayor tarifa ha rondado los tres y cuatro mil dólares. Algo que a muchos les resultaría difícil de creer, sobre todo cuando se habla de uno de los grandes intérpretes de la bachata, que alcanzó gran resonancia con éxitos como “Serpiente humana”, “Desilusión”, “Lágrimas de sangre” y “Borracho de amor”, que son clásicos a nivel nacional y en el extranjero. “Pero con el que la gente me identifica más es con el tema ‘Llanto de luna’ (luna dime tú si ella me quiere)”, indica.
Un romántico por siempre
José Manuel Calderón nació en El Seibo, el 9 de agosto de 1941. “Mi papá es de Las Charcas de Azua y mi mamá es de los Carbucia de San Pedro de Macorís, aunque fue en El Seibo que le atacaron los dolores a mi madre durante un viaje que realizaron a esa comunidad. Sin embargo, es en Macorís donde hacemos residencia, ahí tengo el recuerdo de mi niñez, escuela primaria, mis papeles y mi cédula… Soy un dominicano neto”, afirma el artista que quiere que lo recuerden con una guitarra en las manos. “Que mi música se quede en la gente y que lo que hice lo hice con mucho amor… como un romántico”, puntualizó. Actualmente está escribiendo el libro “Lo que no se ha dicho de la bachata”, sobre la base del cual se hará también un documental. “Ya está registrado, sigo recolectando datos con varios colaboradores y el texto es auspiciado por el Ministerio de Cultura”, reveló Calderón.l
Valora los aportes de los demás
“Lo primero que pasó con la bachata fue el rechazo. Al ritmo quisieron quitarle el mérito llamándole ‘música de guardia’. Sin embargo, los que la despreciaban la enaltecen hoy. Hubo mucha hipocresía, incluso de algunos intérpretes que renegaban llamarse bachateros”, recuerda Calderón sobre los primeros días difíciles.
“La bachata nació conmigo. Grabé mi primera canción en los estudios de La Voz del Trópico, que en ese entonces estaba en la calle Abreu de San Carlos. ‘Qué será de mí’ (Condena) es el nombre del tema autoría de Bienvenido Fabián. El ingeniero de sonido era Fabio Inoa, quien para ese entonces trabajaba en la emisora grabando cuñas. Esa vez grabé la segunda guitarra”, relató a elCaribe en la intimidad de su hogar.
Con su guitarra en manos, insiste en que el término “bachata” estaba establecido desde varios años antes y que lo que quiere decir es bemberria, jolgorio, chercha y bulla”. Poco tiempo pierde en precisar que las primeras influencias para que la bachata se definiera como género musical fueron los tríos, la ranchera, el tango y el bolero.
Cincuenta y dos años después, Calderón dice que tiene la suerte de seguir obteniendo ingresos a través del ritmo, aunque se apresura a dejar claro que no tiene dinero, que su fortuna son sus instrumentos (risas.). “Yo lo que sigo es trabajando”, sostiene el artista, quien, según confesó, en su carrera no ha cobrado 100 mil pesos por fiesta en el país y que en el extranjero su mayor tarifa ha rondado los tres y cuatro mil dólares. Algo que a muchos les resultaría difícil de creer, sobre todo cuando se habla de uno de los grandes intérpretes de la bachata, que alcanzó gran resonancia con éxitos como “Serpiente humana”, “Desilusión”, “Lágrimas de sangre” y “Borracho de amor”, que son clásicos a nivel nacional y en el extranjero. “Pero con el que la gente me identifica más es con el tema ‘Llanto de luna’ (luna dime tú si ella me quiere)”, indica.
Un romántico por siempre
José Manuel Calderón nació en El Seibo, el 9 de agosto de 1941. “Mi papá es de Las Charcas de Azua y mi mamá es de los Carbucia de San Pedro de Macorís, aunque fue en El Seibo que le atacaron los dolores a mi madre durante un viaje que realizaron a esa comunidad. Sin embargo, es en Macorís donde hacemos residencia, ahí tengo el recuerdo de mi niñez, escuela primaria, mis papeles y mi cédula… Soy un dominicano neto”, afirma el artista que quiere que lo recuerden con una guitarra en las manos. “Que mi música se quede en la gente y que lo que hice lo hice con mucho amor… como un romántico”, puntualizó. Actualmente está escribiendo el libro “Lo que no se ha dicho de la bachata”, sobre la base del cual se hará también un documental. “Ya está registrado, sigo recolectando datos con varios colaboradores y el texto es auspiciado por el Ministerio de Cultura”, reveló Calderón.l
Valora los aportes de los demás
A José Manuel Calderón no le sorprende la expansión y el éxito del género. “El interés de los inversionistas propició el despliegue a nivel internacional, eso ayudó a que el ritmo se expanda a otros niveles. El veneno de la bachata está rega’o en el mundo entero, es un veneno que ha podido competir con géneros nuevos, los que encontró en el camino y los que han salido, la bachata sigue firme”, entiende este músico que toca “de oído” y que ejecuta la segunda guitarra.
Al valorar a los bachateros y generaciones que le sucedieron, como Luis Segura, Leonardo Paniagua, Eladio Romero Santos hasta llegar a Prince Royce, afirma que todos han aportado y han hecho su trabajo en pro del ritmo. “Me siento orgulloso de ellos, llámese Juan Luis Guerra, quien (aunque es merenguero) prácticamente llevó la bachata a grandes escenarios. Luego llegaron exponentes como Anthony Santos, Zacarías Ferreira, Joe Veras, Frank Reyes, y la presente generación de jóvenes como Romeo y Prince Royce que han sido los más beneficiados del ritmo y eso es lo bueno, que el género no se ha quedado estático”, dijo.
Fuente El Caribe
Al valorar a los bachateros y generaciones que le sucedieron, como Luis Segura, Leonardo Paniagua, Eladio Romero Santos hasta llegar a Prince Royce, afirma que todos han aportado y han hecho su trabajo en pro del ritmo. “Me siento orgulloso de ellos, llámese Juan Luis Guerra, quien (aunque es merenguero) prácticamente llevó la bachata a grandes escenarios. Luego llegaron exponentes como Anthony Santos, Zacarías Ferreira, Joe Veras, Frank Reyes, y la presente generación de jóvenes como Romeo y Prince Royce que han sido los más beneficiados del ritmo y eso es lo bueno, que el género no se ha quedado estático”, dijo.
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