Huyendo del drama y dispuesto a sacar a relucir su lado más desenfadado en público, el intérprete ha visitado ahora Bombay para promocionar su nuevo proyecto, ‘War Machine’, aunque también ha aprovechado la oportunidad para confesar ante sus fans de la India por qué es poco probable que le vayan a ver algún día probando suerte en la famosa industria de Bollywood.
“Nunca podría triunfar en Bollywood porque no puedo bailar. No puedo, simplemente no puedo“, ha revelado en una animada conversación con el actor indio Shah Rukh Khan retransmitida por la cadena CNN.
Puede que estas declaraciones sobre su aparente falta de ritmo sean llamativas viniendo de uno de los artistas más polifacéticos de la gran pantalla, pero lo cierto es que hay otras muchas disciplinas que el intérprete no domina en absoluto y de las que requiere ayuda profesional para poder resultar creíble en pantalla.
“Ni siquiera pude tocar el piano para ‘El Árbol de la Vida’ [la aclamada cinta de Terrence Malik]. Cortamos un agujero en mi chaqueta, y yo tocaba las notas bajas con mi mano izquierda mientras que un pianista -que sabía tocar el órgano- pasaba la mano por mi chaqueta. Él tocaba de verdad. Hizo que la cosa funcionase. Quedó genial“, ha relatado en la misma entrevista.
Lo que sí que ha perfeccionado Brad a lo largo de los años son todas aquellas labores que se desprenden de su trabajo como productor, teniendo en cuenta que su nombre está detrás de algunas de las cintas que más galardones y nominaciones han recogido en las últimas temporadas de premios, como ‘Moonlight’, ’12 Años de Esclavitud’ o ‘Moneyball’.
Pero antes de embarcarse en uno de sus ambiciosos proyectos el intérprete debe consultar antes la idea con su familia, ya que el bienestar y la estabilidad de sus hijos Maddox (15), Pax (13), Zahara (12), Shiloh (10), y los gemelos Vivienne y Knox (8) constituye su máxima prioridad, especialmente desde su separación de la oscarizada actriz.
“Cuando te haces mayor, te das cuenta del gran compromiso que es pasarte doce o catorce horas al día trabajando delante de la cámara porque hay que conseguir terminar una escena. Es un gran compromiso porque supone estar mucho tiempo lejos de tu familia. Con el paso del tiempo he empezado a actuar menos y a concentrarme más en la producción. Me parece muy gratificante que, junto a mis compañeros, podamos hacer películas para otros realizadores y contar sus historias. Me siento afortunado de poder enseñar estas cosas al mundo”, se ha sincerado.
Fuente La Opinion
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