Picoteando el Espectáculo
Daisy Ridley se hizo conocida mundialmente en 2015 por su papel de Rey en Star Wars: El Despertar de la Fuerza, de JJ Abrams. De la noche a la mañana, la intérprete británica se vio sometida a la presión de la fama, y eso la llevó a buscar ayuda.
Para la estrella no fue fácil lidiar con algunos de los contras de su profesión y lidiar con la presión mediática. "Star Wars me llevó a terapia", confesó la actriz, de 25 años, en una entrevista con The Telegraph, en la que contó que el año pasado buscó ayuda psicológica durante seis meses.
"Vivir todo esto junto al mismo grupo de personas es maravilloso, pero a veces también es muy bueno apartarte realmente procesar lo que está pasando, y cómo me sentía con todo ello", detalló Ridley al periódico británico.
"Todo fue muy confuso. La gente me reconocía y aún sigo sin saber cómo lidiar con ello. La piel se me ponía fatal por los nervios. Estaba devastada. Me sentía continuamente observada y cohibida", agregó la actriz, que vuelve al centro de atención nuevamente con el estreno de Asesinato en el Orient Express y con la próxima Star Wars: Episodio VIII. Los últimos Jedi.
Ridley además sufrió del acoso en las redes por lo que decidió dar de baja de sus cuentas en Instagram y Twitter. "De repente pensé, ¿en qué mundo vivimos que nos afecta tanto lo que se dice online? Soy una persona bastante sólida, pero mi confianza se vio dañada. Realmente no era nada sano", afirmó.
Daisy Ridley se hizo conocida mundialmente en 2015 por su papel de Rey en Star Wars: El Despertar de la Fuerza, de JJ Abrams. De la noche a la mañana, la intérprete británica se vio sometida a la presión de la fama, y eso la llevó a buscar ayuda.
Para la estrella no fue fácil lidiar con algunos de los contras de su profesión y lidiar con la presión mediática. "Star Wars me llevó a terapia", confesó la actriz, de 25 años, en una entrevista con The Telegraph, en la que contó que el año pasado buscó ayuda psicológica durante seis meses.
"Vivir todo esto junto al mismo grupo de personas es maravilloso, pero a veces también es muy bueno apartarte realmente procesar lo que está pasando, y cómo me sentía con todo ello", detalló Ridley al periódico británico.
"Todo fue muy confuso. La gente me reconocía y aún sigo sin saber cómo lidiar con ello. La piel se me ponía fatal por los nervios. Estaba devastada. Me sentía continuamente observada y cohibida", agregó la actriz, que vuelve al centro de atención nuevamente con el estreno de Asesinato en el Orient Express y con la próxima Star Wars: Episodio VIII. Los últimos Jedi.
Ridley además sufrió del acoso en las redes por lo que decidió dar de baja de sus cuentas en Instagram y Twitter. "De repente pensé, ¿en qué mundo vivimos que nos afecta tanto lo que se dice online? Soy una persona bastante sólida, pero mi confianza se vio dañada. Realmente no era nada sano", afirmó.
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