
El legendario artista, reducido por los efectos de un cáncer que terminó quitándole la vida, tuvo el tiempo suficiente para organizar la casa, según confirmó ayer el Caribe, con una fuente cercana a la familia que habló bajo la condición de anonimato para respetar la discrecionalidad con que sus hijos están sorteando la demanda judicial interpuesta por Freddyn, Ernesto Máximo Beras Goico Vicioso y Dayanara Beras Goico, sus tres hijos procreados fuera de su matrimonio con Mejía.
En medio de este proceso que presumiblemente cayó en manos de la justicia en diciembre de 2012, hasta la fecha siguen en venta dos de los inmuebles más costosos que pertenecían a la familia.
En medio de este proceso que presumiblemente cayó en manos de la justicia en diciembre de 2012, hasta la fecha siguen en venta dos de los inmuebles más costosos que pertenecían a la familia.

¿Qué reclaman los demandantes?
Freddyn, Ernesto Máximo y Dayanara comentaron en un comunicado el martes pasado que están reclamando desde hace dos años que les sean reconocidos sus “derechos como herederos legítimos”, aunque nunca han especificado a cuánto asciende el valor de su herencia, y tampoco de la parte demandada, Pilar Mejía y sus hijos Giancarlo y Laura Marie Beras Goico. ¿Qué habría desatado este enfrentamiento en la familia, si el patriarca dejó todo su patrimonio en manos de cada uno de sus cinco hijos?
Hasta el momento, las teorías se sustentan en conjeturas y presunciones basadas en las diferencias personales que distanciaron, por un lado, a Freddyn Beras Goico Vicioso, que durante muchos años residió en Miami, alejado de la familia y, por el otro, Giancarlo Beras, que asumió junto a su madre la empresa que producía los programas y espectáculos del “Gordo de Oro”, fallecido el 18 de noviembre de 2010. Los herederos, probablemente con sus respectivos representantes legales al lado, iniciaron el proceso de repartición resguardando el 50 por ciento que legalmente corresponde a la esposa del admirado artista, aunque “fueron agotados todos los recursos” sin que llegaran a una salida amigable.
Es probable, aunque esto no pudo ser confirmado ayer, que uno de los puntos del conflicto esté vinculado con la residencia que construyeron Freddy Beras y Pilar Mejía en Punta Cana, quizás el inmueble de mayor valor entre todos los bienes que adquirió el matrimonio. “No creo que esa casa de campo pueda enfrentar a los hijos de Freddy, porque si algo está bien claro, es que Pilar Mejía es la propietaria indiscutible de la edificación”, comentó la misma fuente consultada por este redactor.
Todavía ayer, Giancarlo Beras preparaba junto a sus abogados un documento para fijar posición sobre la demanda de sus hermanos de padre. Por otro lado, amigos cercanos a la familia del comunicador siguen atentos a este episodio que el propio Freddy Beras Goico, según dijo en reiteradas ocasiones cuando luchaba contra el cáncer, nunca deseó que protagonizaran sus hijos.
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