Al subir al estrado por primera vez tras doce semanas de juicio civil, Katherine Jackson también arremetió contra los críticos que dicen que su hijo es “un monstruo” y afirmó que la promotora AEG Live debería haber hecho más para ayudar al cantante, claramente enfermo días antes de morir.
“Cuando perdí a Michael, lo perdí todo”, dijo la matriarca de 83 años, enjugándose continuamente las lágrimas durante el interrogatorio de su abogado Brian Panish.
El juicio, en el que Katherine y sus nietos exigen compensaciones económicas a AEG Live por su supuesta responsabilidad por la muerte de Michael Jackson, se celebra en un tribunal en Los Ángeles desde fines de abril.
“Michael y yo éramos muy unidos. Michael era el tipo de hijo que cualquier querría tener”, agregó, describiéndolo como “muy tímido”.
Según la familia, AEG Live presionó demasiado a Jackson durante sus ensayos en Los Ángeles, cuando preparaba los conciertos “This Is It” que iba a dar en Londres. Los Jackson también acusan a la firma de negligencia al contratar al médico Conrad Murray para que cuidara del autor de “Thriller”.
Murray fue condenado por homicidio involuntario en 2011 y cumple cuatro años de prisión por la muerte de Jackson el 25 de junio de 2009. El artista falleció a causa de una sobredosis del anestésico Propofol, que su médico le infundía para aliviar su insomnio crónico.
El hijo de 16 años de Jackson, Prince, dijo en el tribunal el mes pasado que su agotado padre le decía, durante la maratónica recta final de los ensayos previos al concierto, que los ejecutivos de AEG Live iban “a matarlo”.
“Él sólo deseaba tener más tiempo para ensayar”, dijo el joven, quien narró los trágicos momentos vividos por la familia cuando Jackson murió, entre ellos los gritos desesperados de su hermana menor, Paris, mientras Murray intentaba revivirlo.
“Mi hijo estaba enfermo”
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