Dícese de las féminas que hacen negocio con su cuerpo y belleza física, en la era del internet, de las que se han contados todos tipos de historietas, las cuales circulan por los medios comunicativos, y principalmente, a través de las redes sociales. Pero déjenme expresarle que el uso del término es nuevo, pero las labores que realizan es la más vieja del planeta tierra.
La noción “chapiadoras”, es un concepto evolucionado del termino prostitutas, tanto en el nombre, como en la forma de ejercerlo, y por ende, ambos términos, presentan una ligera diferencia, pues, las “prostitutas”, cuyo vocablo va en proceso de extinción son mujeres que, en la mayoría de las veces, carecen de la formación académica elemental, pero que en ánimo de subsistir, se lanzan al ruedo de la vida nocturna para ver a quien atrapan.
Mientras que el termino “chapiadora” es una palabra compuesta por chapear que significa cubrir, adornar o guarnecer con chapas, y en Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y otros países hispanos, su significado es limpiar con el machete. Está es completada con la palabra “dora” que le da el sentido femenino y vincula el término con el ejercicio de la prostitución.
Por definición del término podemos colegir que las “chapiadoras” son mujeres, que valiéndose de su belleza física, salen a lugares en donde se reúnen hombres o mujeres de la alta clase social, provistos de bienes materiales en abundancia, para conquistarlo, con el objetivo de que estos cubran todos sus insaciables gastos económicos, hasta que lo deje en la ruina, y muchas veces pidiéndole a los amigos.
Aunque ejercen el igual trabajo, y utilizan las mismas herramientas, existen diferencias abismales entre las “chapiadoras” y las “prostitutas”, discrepancias estas, que hacen ver y sentir a las prostitutas como mujeres honradas, que están engullidas en ese ambiente por cuestiones meramente de necesidad económica de subsistencia, no por lujos, ni tener una vida suntuosa.
Dentro de las diferencias que existen entre las “chapiadoras” y las “prostitutas” están las siguientes:
Prostitutas: Salen a buscar el peso, y no reparan en quien le paga, ya que su servicio lo ofrece de manera ocasional. No finge estar enamorada del hombre que conoce el mismo día, eso es te montaste, te apeaste y pagaste. No quiere que le tomen foto, mucho menos para luego subirla a Facebook, Instagram, Twitter. Si te he visto, no me acuerdo.
Chapiadoras: Están buenísima, ya que invierten en los mejores cirujanos plásticos para el crecimiento de su empresa. Asechan como una tigresa sus presas, a los cuales le chequean, en que maquina está montado, con cual tarjeta paga, la marca de las ropas que viste. Sus víctimas, la mayoría de las veces, son hombres "pasados meridiano". Busca denodadamente que estos se enamoren de ellas, y cuantas cosas más. No quieren un hombre pobre, ni de amigo. Han logrado, casi siempre, terminar su bachillerato y entrar a la Universidad, adquiriendo un nivel académico aceptable. Estudian modelaje, refinamiento, y se mantienen todo los días en el gimnasio.
Para no cansarlos, y esperando que los lectores hagan sus aporte en cuanto a las diferencias entre las “prostitutas y las chapeadoras” concluyo diciendo que si usted es un potentado con mucho dinero, la chapeadora entonces le sale embarazada, y luego, quiere que usted se divorcie de la mujer que tiene, y se case con ella. Barbaraza.
Fuente escrita de Miguel Melenciano
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