Luis Miguel sorprendió con su desgastada apariencia física a propios y extraños durante su reaparición en Las Vegas, donde el fin de semana ofreció su ya clásica minitemporada de conciertos. El cantante se dejó ver todavía con un notable sobrepeso y unpronunciado indicio de calvicie, situación que evidenció que el artista ha sido alcanzado por el tiempo: de ser el galán de los años 90 se ha transformado en todo un Señor Sol. Los detalles de su apariencia contrastaron con un renovado repertorio, además de mostrar su lado humano y romántico con un tierno beso ofrecido a su novia.
El artista ofreció su primer espectáculo en la Ciudad del Juego durante la noche del viernes ante cuatro mil personas que ocuparon el Coliseum del hotel Cesars Palace en un 95%. Eran las 21:15 horas cuando Luismi aparecía en escena con el ritmo clásico de Quién será, curiosamente la misma pieza que su expareja y madre de dos de sus hijos interpretaba en Perfume de Gardenia.
Apenas arribó al escenario, Luismi dejó ver una silueta embarnecida, aunque con menos kilos que en sus apariciones de hace algunos meses. Los presentes parecieron ignorar el hecho y se concentraron en gozar el espectáculo que continuó con canciones como Tú, solo tú; Amor, amor, amor y un medley con los noventeros Sol, arena y mar y Suave.
En contraste con el cariño mostrado por sus fans, las imágenes del artista fueron sumamente criticadas en las redes sociales, donde lo menos que le dijeron fue “gordo”, otros cuestionaron: “¿A quién se comió?” y los más extrovertidos compararon al Sol con figuras como Juan Gabriel y Joan Rivers.
Enamorado y feliz
El cantante fue visto en total plenitud en uno de sus escenarios favoritos. Ajeno a las crí-ticas y con perfecta voz, la noche siguió con piezas como Que tú te vas, dos medleys de boleros, Pupilas de gato, Hasta que me olvides, Te necesito y un popurrí de tangos.
Con la llegada del mariachi también se hizo presente el momento más emotivo de la noche: apenas aparecieron los músicos, los gritos de los miles no se hicieron esperar, al tiempo que sonaban Mucho corazón, La media vuelta y Amorcito corazón, melodía con la que Luismi se desprendió por unos instantes de su rol de superstar, bajó del escenario y caminó hacia una mujer que se encontraba en la primera fila, mientras los gritos aumentaban de intensidad. Luego se postró frente la chica de cabello castaño y la besó en la boca durante un par de segundos para regresar a su escenario de modo inmediato reinstalarse en su papel de ídolo. Desde luego, el hecho provocó una sonrisa en los presentes.
En familia
El show continuó con La incondicional, 1 + 1 = a 2 enamorados y Separados, así como el clásico ranchero México en la piel, que provocó las lágrimas en más de un mexicano que se acordó de su patria.
Entre los presentes se pudo ver a Michelle Salas, quien estuvo sentada al costado izquierdo de la novia de la estrella y acudió al espectáculo acompañada de un grupo de amigas con las que vaciló durante la jornada, en la que se mostró entusiasmada y como una gran fan de su padre.
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