La televisión debe descontinuar la practica de abrir sus espacios a todo aquel que se inventa un programa de comentarios o denominado "de panel", de esos que han inundado el medio de uno a otro confín del país.
Programas que no tienen producción, muchos de los cuales son simples "bocinas" que se quieren mantener con uno que otro anuncio del gobierno, sustentados a veces por gente sin capacidad ni criterio para hacer un comentario que valga la pena.
Cualquiera se asusta de ver los miles de propuestas que llegan a las agencias de publicidad y a los que manejan la publicidad estatal, con gente de todas partes pretendiendo mantenerse en base al contrato que puedan conseguir sin aportar realmente nada importante y valioso en lo que hacen.
Y así non puede ser...
Y si nos vamos a la televisión de entretenimiento, ahí es que el asunto se torna más patético, de gente creyendo que con tener una muchacha, procesada estéticamente, moviéndose y bailando frente a las cámaras todo el tiempo, creen que cumplen con las exigencias y los gustos del público de este tiempo.
Los canales de televisión deberían ya, por otro lado, asumir como empresa la contratación de talentos a los cuales responsabilizar de realizar sus programas, ya sean de temporada o permanentes, de manera que se vaya abandonando la dependencia de productores asociados o arrendatarios de espacios, que no están haciendo el trabajo, que tienen la actividad como simple medio de subsistencia, sin preocuparse por la calidad, arrastrando con cada fracaso el prestigio de los medios en que se desenvuelven.
Es tiempo ya de hacer lo que en otros países que tuvieron televisión después de nosotros, están haciendo.
Al talento se le contrata y se le paga, para que no tenga más que ser productor, presentador, vendedor, coordinador , administrador, ni se vea obligado a tener que alquilar sonido y luces "extra" porque el canal no la tiene.
Porque hasta eso hay que buscar en algunas plantas televisoras para salir al aire.
Fuente escrita Joseph Caceres
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