Caitlin Finley es una muchacha estadounidense de 22 años que se gana la vida posando sus kilos de más ante la cámara.
Así es, si tú pensabas que no había peor empleo que ponerte una botarga para animar a los niños en una fiesta (huy sí, qué divertido), aquí te presentamos el que verdaderamente se lleva el premio. ¿Para qué trabajar, si puedo exponer en público mi tremenda grasa corporal?
Lo cierto es que nos parezca malo o no, sobre todo por el daño que le está haciendo a su salud, la mujer tomó la decisión, y ante eso no hay nada que puede hacerse. Ella es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, nada más que su libertad de reduzca tantito en los asientos del autobús, por favor.
Está bien, aunque suene increíble, Finley se ha visto motivada por su madre, quien lejos de consternarse por su elección de carrera, le ha dado su bendición e incluso es su fotógrafo de cabecera y además es feliz de apoyarla.
Para conseguir el éxito deseado, la chica come miles de golosinas al día y 10 mil calorías diarias. Pese a ello, las feminas argumentan que Caitlin está sana y tiene chequos constantes con el médico.
Fuente informe21.com
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