La intérprete de ‘Bad Romance’ acababa de hacer una aparición sorpresa con el cuarteto de Brian Newman en el Rainbow Room. Y al salir del lugar, no pudo pasar desapercibida.
El vestuario de la cantante llamó la atención de sus fanáticos y la prensa. Lady Gaga lucía un corpiño blanco e intentaba cubrirse con un blazer en tonos dorados. Pero la sorpresa vendría después.
Más tarde, Gaga volvió a ser captada cuando salía del restaurante Amadesu pizza en el centro de Manhattan. Pero esta vez, la cantante no llevaba corpiño y mostró más de la cuenta. Lo que sucedió dentro del negocio es un enigma.
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