martes, 4 de agosto de 2015

Gloria Trevi congeló sus óvulos! Tiene la esperanza de volver a ser mamá a sus 47 años sigue brillando en los escenarios.

Gloria Trevi no le teme al paso del tiempo. La cantante mexicana ha sabido reinventarse, y a sus 47 años sigue brillando en los escenarios y tiene ilusión de volver a embarazarse.

“Sí, tengo todavía el gusanito, pero no es muy fácil. Yo decidí guardar óvulos y creo que eso es lo que deberían hacer muchas mujeres sin importar la edad para no ser tan dependientes de la cuestión biológica”, dice la cantante en exclusiva a People En Español.

Según la artista —quien tiene dos hijos: Angel Gabriel, de 13 años, y Miguel Armando, de 10— congelar sus óvulos para en un futuro volver a ser madre fue la decisión correcta en su caso.

“Es un consejo que le doy a mis amigas, a mis sobrinas, a la gente joven que quiero. Si tienes la posibilidad, guarda los óvulos y no te sientas presionada por el reloj biológico. Haz tu vida, realízate. En esta época, a las mujeres Dios nos ha mandado los doctores y el conocimiento para ser tan libres como los hombres”, afirma.

Trevi, quien sigue felizmente casada con el empresario mexicano Armando Gómez, dice que a veces las mujeres se casan con el hombre equivocado en vez de esperar al ideal por el afán de convertirse en madres. Según ella, ha encontrado a su media naranja en Gómez, quien alterna entre cuidar a sus hijos en su casa en Texas y viajar para acompañarla en sus giras.

“Ahora él me está ayudando con muchas cosas. Mezclamos el trabajar juntos con otro mánager para que él pueda viajar más a la casa”, dice de su pareja. “Tenemos que dividirnos un poquito, pero no me puede dejar solita porque a mí me gusta dormir empiernada”.
 
En su gira El amor, la cantante le da rienda suelta a su lado masculino cuando aparece convertida en el personaje de Mr. Trevi. “Mr. Trevi es mi fantasía, es el hombre que sabe de qué manera quiero ser amada. Las mujeres no somos tan difíciles”, dice entre risas. “Nos gusta que sean fuertes, que sean viriles, que sean tiernos, apasionados, un poquito posesivos y celosos para sentir que les importamos pero que también sepan pedir perdón”.

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