lunes, 1 de agosto de 2016

Tirando al Pecho!. El maestro Ramón Orlando dice si en cinco años no aparece un relevo generacional en el merengue, el ritmo podría desaparecer.

El maestro Ramón Orlando, uno de los pilares de la música popular dominicana, vaticinó que si en cinco años no aparece un relevo generacional en el merengue, el ritmo podría desaparecer.

Al sustentar su planteamiento explicó que es escaso el público joven que sigue apoyando las presentaciones de la denominada época dorada del merengue de los años 80. “En honor a la verdad no tenemos quien nos represente en un público de 18 ni de 17 años. Un Fernandito Villalona con todo ese carisma...o un Alex Bueno, Milly Quezada, Sergio Vargas, Dionis Fernández, Bonny Cepeda, Aramis Camilo... eso no existe”, dijo.

Recordó que todos los exponentes del merengue pasan de los 50 años y tienen a un público que se desarrolló con esa propuesta musical y algunos jóvenes van a las fiestas que ellos protagonizan.
Ramón Orlando, que el próximo sábado actuará junto a Sergio Hernández en el bar Lucía, dijo que en su paso por la música siempre ha hecho experimentos en la búsqueda de un nuevo sonido.

“Soy un vanguardista y en eso estoy ahora. Busco algo que pueda levantar el ánimo de un público que tiene 20 problemas...busco refrescar el merengue, pero que pertenece al siglo veintiuno. No podemos seguir estancados. No hay que vivir añorando el pasado, eso fue muy lindo pero no podemos seguir en eso”, comentó al recordar el aporte de figuras como Manuel Tejada, Bertico Sosa, entre otros.

Vaticinio
Indicó que los exponentes de la salsa, bachateros e intérpretes urbanos tienen a gente joven.

“Si eso no cambia, el merengue se muere en cinco años. Si no encontramos la solución morirá, porque será una música de viejos”, sentenció.

El laureado artista expuso que el merengue se nutrió de la Santa Cecilia y a partir de ahí aparecieron Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, Juan Luis Guerra, Manuel Tejada, Pochy Familia, Dioni Fernández, Sergio Vargas y figuras que como él le impregnaron el color de la época al merengue. “Eran ideas nuevas, no era algo acuñado en lo viejo. Nosotros remozamos y cambiamos el merengue. Pusimos a la orden del día al merengue. Recuerdo que en una ocasión el profesor Juan Bosch nos dijo que lo que hacíamos no era merengue, porque estábamos muy distantes de Compadre Pedro Juan”, expresó.

Defendió la labor que desempeñaron en su momento intérpretes del merengue como Omega o Tito Swing, los que sirvieron como muro de contención ante el avance del dembow. “Esos muchachos hicieron su trabajo con merengue diferente. Llegaron en un momento en el que no había nada fresco en el merengue”, dijo.

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