La explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA), en todas sus modalidades, es una violación a los derechos fundamentales y una forma moderna de esclavitud.
Así lo afirmó Plan International República Dominicana en el marco del panel “Desafíos para la prevención de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en República Dominicana”, en el que se presentaron los resultados de tres estudios realizados en Boca Chica, Guayacanes, Quisqueya, San Rafael de Yuma, Salvaleón de Higuey, Verón Punta Cana, Boca de Yuma, Macao y El Salado, ubicados en el Este del país.
“La mayor parte de los adolescentes y jóvenes entrevistados en uno de los estudios viven en localidades y en barrios, donde prima la pobreza y la falta de oportunidades que regularmente se asocian a la presencia de la ESCNNA. Estos grupos son más vulnerables y, por lo tanto, demandan una atención preferencial en el ámbito de prevención”, afirmó Raquel Casares de Plan International.
Como actividad lucrativa e ilícita, la ESCNNA es una forma de abuso que implica la victimización sexual de una persona menor de edad por parte de otra, a través de una transacción comercial que puede expresarse en dinero o en especie: “El 45% de los niños, niñas y adolescentes encuestados conoce a un par de su edad que tiene relaciones sexuales por dinero o regalos, mientras que ese porcentaje sube a 67% cuando le preguntamos a los padres y madres si consideran que en la comunidad hay participación de la niñez en trabajo sexual”, aseveró Carol Graciano, investigadora encargada del estudio.
Otro hallazgo preocupante fue que el 96% de los y las jóvenes encuestados están en riesgo de sufrir explotación sexual comercial.
“La falta de educación, abusos físicos, psicológicos o sexuales, violencia doméstica, familias disfuncionales, embarazos en la adolescencia y carencias de oportunidades económicas y sociales son algunas de las causas que los exponen, produciéndoles graves repercusiones físicas, sociales y psicológicas en susvidas”, declaró Casares.
En los estudios realizados, el 70% de los niños, niñas y adolescentes reconocen como explotadores sexuales al cliente y al proxeneta o intermediario, mientras que el 20% identifica a los mismos familiares.
Los trabajadores informales del sector turístico son un actor clave en los esfuerzos para sensibilizar a la población sobre las consecuencias de la explotación sexual comercial: “Encontramos que un 49% de ellos percibe la existencia de esta problemática en las zonas de estudio, mientras que el 71% de esos trabajadores afirmó que las autoridades saben la ubicación de los lugares donde se explota sexualmente a personas menores de 18 años de edad”, sostuvo Graciano.
Finalmente, en un entorno social propenso y tolerante con esta práctica, el 86% de los niños, niñas, adolescentes y adultos entrevistados consideró que el Estado no ha tomado medidas adecuadas para prevenir y evitarla explotación sexual comercial.
La mayoría de los entrevistados no conoce los servicios ofertados en este tipo de casos por el Sistema Nacional de Protección, por lo que resulta primordial que se diseñen e implementen políticas de información y sensibilización sobre el delito de ESCNNA en todas sus modalidades, identificación de las víctimas y responsables directos (clientes-explotadores, proxenetas e intermediarios).
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