El Ministerio Público recurrió el viernes la sentencia, con el alegato de que el tribunal varió el acuerdo, al no condenar al acusado al pago de un millón de pesos como indemnización a la víctima, que solicitó el órgano acusador, para que la agredida pueda iniciar una nueva vida lejos del condenado.
Sin embargo, el tribunal presidido por Gisselle Méndez Álvarez rechazó dicho pedimento bajo el argumento de que el Ministerio Público no puede pedir indemnización y prefirió ceñirse estrictamente a lo legal, antes que tutelar los derechos de una víctima, según la instancia apelativa del órgano acusado.
“Reiteramos que el tribunal lo que debió hacer fue advertirle al Ministerio Público y a las demás partes, que no aceptaba las condiciones del acuerdo y declararlo inadmisible, pero por el contrario, lo conoce, lo falla y lo cambia, disponiendo medidas distintas a las acordadas y a las que son pertinentes para el caso de la especie”, expresa la instancia firmada por el fiscal Eduardo Velázquez.
Añade que: “Ante esa realidad el Ministerio Público no puede aceptar una decisión que establece disposiciones distintas a las acordadas y que dejarían libre al imputado sin haberse tomado las medidas pertinentes para la protección de la víctima, quien aceptó el acuerdo sobre la base de condiciones que le permitan establecerse por un tiempo con su niño menor fuera del alcance del imputado”.
La Fiscalía señala que el tribunal falló como si se tratase de un recurso ordinario, y no de un procedimeinto especial, recurriendo en una “ilogicidad” manifiesta en las motivaciones del voto disidente de la magistrada Ingrid Fernández Méndez.
Esta jueza votó en contra de la decisión, porque entendía que al acusado solo se le debía suspender 3 años de prisión, y no 4 años y 4 meses como estableció ej tribunal colegiado, que también integró la jueza Diana Moreno.
De conformidad con la sentencia, De la Rosa (Omega) recobraría su libertad a finales de este mes lo que le permitirá cumplir con los compromisos de fiestas navideñas.
El cantante urbano fue sometido a la justicia, porque en enero de este año llevó a su expareja a la cabaña Unix, de la autopista 30 de Mayo del kilómetro 12 del Distrito Nacional, donde empezó a reclamarle por una supuesta infidelidad y la golpeó a trompadas por las costillas con dos cadenas envueltas en una toalla, según la acusación.
Fuente el nacional
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