Picoteando el Espectáculo
Sin duda la música urbana nació en los barrios. Sus orígenes se remontan a épocas de protestas hacia los sistemas políticos que subyugaban a las masas menos pudientes, siendo este género instrumento perfecto para reclamar los derechos de los oprimidos.
Los protagonistas de este movimiento comúnmente son de sectores marginados, pero por sus raíces, esta música era un estilo aberrante para los de clase alta. Con el tiempo al convertirse en un mercado más comercial y popular, ha llamado la atención de aquellos que criticaban y rechazaban esta industria, debido a los frutos que se cosechan de esta (fama y fortunas).
Ante esta situación, en República Dominicana se está viviendo una posible lucha de clases por el patrimonio del género urbano, ya que algunos de sus protagonistas han salido a dar el frente a nuevos urbanos provenientes del sector pudiente del país; basándose en que este ritmo solo debe hacerse por quienes lo crearon (los pobres).
Un caso reciente fue la polémica entre El Lápiz Conciente y Lo Blanquito, debido que “El papá del rap” intentó fusilar con una versión de calle el tema “Telacutí”, inspirado en un niño con síndrome de Down, hermano de uno de los integrantes del grupo.
La situación se intensificó más cuando el intérprete de “Fuerza de mujer” salió, a través de sus redes sociales, en defensa de su género musical diciendo que la música urbana es, nace y se hace en los barrios, no para “riquitos”, ya que esta clase social, alega El Lápiz, denigra desde su creación al género y este tipo de propuesta.
Realidad positiva
Según Santiago Matías (Alofoke), esta ola de urbanos de clase alta es beneficiosa para la música porque aporta hacia la evolución del género.
“Eso no va a traer ningún problema; lo mejor es incentivar de que vengan más artistas con cierta educación académica y ciertos valores familiares, porque eso se va a trasmitir en las canciones y en la manera de hablar, no un tipo que te diga klk, sino que diga buenas noches, que se note que es una persona universitaria, alguien estudiado que toque instrumento; eso favorece al género, es lo que siempre se ha buscado, eso no lo atrasa”, dijo.
Aseguró que en Colombia está pasando lo mismo que aquí: que artistas de familia y de clase media incursionan en este mercado, como Maluma y J Balvin.
Matías resaltó que “la nueva promoción de la música urbana nace en el internet; la radio ni los medios apoyaban la música, era en internet que se consumía solamente, ¿Y quiénes tienen acceso a la internet? son los ricos, ellos son nuestros principales consumidores porque son quienes compran el producto en las plataformas digitales. Esos jóvenes tiene la facilidad de tener acceso a la música urbana y crecieron todos escuchando los artistas de RD y PR, entonces ellos también son representantes de esa comunidad”.
Enfrentamiento
Alberto Peláez (Beto), Leandro Rosas Beras (Lean) y Sócrates Francis Puello (Soco) revelaron a Listín Diario los detalles del malentendido con El Lápiz, y sobre el comunicado que publicaron respecto a la atrevida acción del artista urbano. “Hubo una confusión, los medios pensaban que era una colaboración de nosotros con El Lápiz, como que era una estrategia; entonces hicimos un comunicado para que las personas vieran de dónde viene la canción y por qué no nos gustaba la idea de que se hiciera un tema morboso de nuestra versión”, dijeron.
Sin duda la música urbana nació en los barrios. Sus orígenes se remontan a épocas de protestas hacia los sistemas políticos que subyugaban a las masas menos pudientes, siendo este género instrumento perfecto para reclamar los derechos de los oprimidos.
Los protagonistas de este movimiento comúnmente son de sectores marginados, pero por sus raíces, esta música era un estilo aberrante para los de clase alta. Con el tiempo al convertirse en un mercado más comercial y popular, ha llamado la atención de aquellos que criticaban y rechazaban esta industria, debido a los frutos que se cosechan de esta (fama y fortunas).
Ante esta situación, en República Dominicana se está viviendo una posible lucha de clases por el patrimonio del género urbano, ya que algunos de sus protagonistas han salido a dar el frente a nuevos urbanos provenientes del sector pudiente del país; basándose en que este ritmo solo debe hacerse por quienes lo crearon (los pobres).
Un caso reciente fue la polémica entre El Lápiz Conciente y Lo Blanquito, debido que “El papá del rap” intentó fusilar con una versión de calle el tema “Telacutí”, inspirado en un niño con síndrome de Down, hermano de uno de los integrantes del grupo.
La situación se intensificó más cuando el intérprete de “Fuerza de mujer” salió, a través de sus redes sociales, en defensa de su género musical diciendo que la música urbana es, nace y se hace en los barrios, no para “riquitos”, ya que esta clase social, alega El Lápiz, denigra desde su creación al género y este tipo de propuesta.
Realidad positiva
Según Santiago Matías (Alofoke), esta ola de urbanos de clase alta es beneficiosa para la música porque aporta hacia la evolución del género.
“Eso no va a traer ningún problema; lo mejor es incentivar de que vengan más artistas con cierta educación académica y ciertos valores familiares, porque eso se va a trasmitir en las canciones y en la manera de hablar, no un tipo que te diga klk, sino que diga buenas noches, que se note que es una persona universitaria, alguien estudiado que toque instrumento; eso favorece al género, es lo que siempre se ha buscado, eso no lo atrasa”, dijo.
Aseguró que en Colombia está pasando lo mismo que aquí: que artistas de familia y de clase media incursionan en este mercado, como Maluma y J Balvin.
Matías resaltó que “la nueva promoción de la música urbana nace en el internet; la radio ni los medios apoyaban la música, era en internet que se consumía solamente, ¿Y quiénes tienen acceso a la internet? son los ricos, ellos son nuestros principales consumidores porque son quienes compran el producto en las plataformas digitales. Esos jóvenes tiene la facilidad de tener acceso a la música urbana y crecieron todos escuchando los artistas de RD y PR, entonces ellos también son representantes de esa comunidad”.
Enfrentamiento
Alberto Peláez (Beto), Leandro Rosas Beras (Lean) y Sócrates Francis Puello (Soco) revelaron a Listín Diario los detalles del malentendido con El Lápiz, y sobre el comunicado que publicaron respecto a la atrevida acción del artista urbano. “Hubo una confusión, los medios pensaban que era una colaboración de nosotros con El Lápiz, como que era una estrategia; entonces hicimos un comunicado para que las personas vieran de dónde viene la canción y por qué no nos gustaba la idea de que se hiciera un tema morboso de nuestra versión”, dijeron.
Fuente listin diario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario