Picoteando el Espectáculo
Meghan Markle no está pasando por uno de sus mejores momentos, pero su papel como duquesa de Sussex es mayor que todo ello y no duda en dejar a un lado sus dramas personales para centrarse en quien más lo necesita. Por ello, a pesar de que los duques habían anunciado que se tomarían un descanso en su agenda oficial para desconectar de unos meses intensos, esta semana la esposa de Enrique de Inglaterra se ha puesto un delantal y se ha unido a un taller de repostería organizado para mujeres desfavorecidas en la panadería Luminary de Londres, un proyecto con el que ya trabajó para el número de septiembre de la revista Vogue que ella misma editó. En esta ocasión, Markle, de 38 años, ha hablado sobre las esperanzas, los miedos y las inseguridades.
“Los humanos no somos objetos mecánicos que necesitan ser reparados. Somo criaturas heridas que necesitan ser curadas”, aseguró la duquesa, quien lamentó la “cultura de solución y gratificación instantánea” que existe en la sociedad. "Nos acostumbramos a querer que se hagan las cosas de inmediato hoy en día, pero lleva tiempo", dijo Markle en conversación con una de las mujeres que había sufrido malos tratos. La duquesa, de 38 años, reconoció que ella también tiene "esperanzas, miedos e inseguridades" y revindicó que es necesario un proceso más largo y continuo para que la curación de las personas sea realmente efectiva.
Unas palabras que no han pasado desapercibidas debido a que, precisamente sobre su propia vulnerabilidad, la duquesa se sinceró recientemente en un documental grabado durante su viaje por África. Ante el periodista Tom Bradby admitió emocionada lo duro que le resulta digerir toda la presión mediática que está sufriendo especialmente desde el nacimiento de su primer hijo, Archie. "Cualquier mujer, especialmente cuando está embarazada, es vulnerable. […] También pasan cosas que no siempre se ven", aseguraba Markle en el vídeo, admitiendo que estar bajo la constante atención de los medios y ser madre por primera vez había sido "todo un desafío".
La pasión que el compromiso y posterior boda de la exactriz y el hijo pequeño de Lady Di desató entre los británicos y en los medios de comunicación se trastocó en un aluvión de críticas en los meses que siguieron a la boda y precedieron al bautizo de su hijo Archie. Si cualquier gesto anterior de Markle era acogido con cariño, a partir de cierto momento nada de lo que ha hecho o propuesto parece gustar del todo a los habitantes del Reino Unido. Un acoso por parte de la prensa sensacionalista que los propios duques de Sussex han denunciado, querellándose contra algunos medios. "Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa víctima de las mismas fuerzas poderosas. He visto lo que sucede cuando un ser querido se convierte en mercancía hasta el punto de que ya no se les trate como a seres reales", lamentó el príncipe Enrique en comunicado.
Enrique no ha sido el único que ha salido en defensa de Meghan Markel. Además de muchos de sus amigos británicos como Elton John y otros estadounidenses como la tenista Serena Williams y el matrimonio Clooney, esta misma semana 72 parlamentarias han firmado una carta en solidaridad con la duquesa de Sussex. Las políticas británicas, que militan en diferentes partidos, han mostrado su apoyo a la esposa de Enrique de Inglaterra por los ataques que el matrimonio recibe por parte de los tabloides del país. El grupo considera que algunos de esos artículos suponen "una invasión" a la privacidad de la duquesa, con el objetivo de dar opiniones "sin ninguna razón fundamentada" y que este tipo de ataques "despectivos" suelen ser en contra de mujeres con cierta notoriedad pública y considera que el tono de algunas informaciones es "anticuado". Fuente El Pais
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