Gallan le dijo al diario que su secreto para una larga vida ha sido mantenerse “alejada de los hombres”. Según ella, “son sólo más problemas de lo que vale la pena”. Señaló que también se aseguró de “hacer suficiente ejercicio, comer un buen tazón de papilla caliente cada mañana y nunca haberse casado”.
El año pasado, cuando cumplió 108, señaló a su papilla –pero no al hecho de evitar a los hombres– como la razón de su longevidad.
Aunque Gallan es la persona más vieja de Escocia, no es la más vieja del mundo. Ese honor le corresponde a Misao Okawa de Japón, quien celebró su cumpleaños 116 en marzo pasado.
Ella ha sido viuda desde hace 83 años (su esposo murió en 1931) –lo que sugiere que tal vez ella comparta el punto de vista de Gallan acerca de evitar a los hombres si se quiere vivir más tiempo.
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