Los comediantes Nicolás Díaz (Margaro), Victor Reyes y Tony Sanz, ex integrantes del cuadro de comedias de El Show del Mediodía, mantienen una litis con Televisa Dominicana, productora del programa, en demanda del pago de sus prestaciones laborales, por los años de servicio en el mismo.
Alegan que fueron cancelados, y que no se les ha entregado sus prestaciones.
Ya hay re-envíos y "largas al asunto"...
Pero, ¿por qué razón no se llega a un arreglo y acuerdo amigable, sin necesidad de litigar en los tribunales?.
Son de las cosas que uno no entiende, y que afean las relaciones de trabajo con empresas de la comunicación y del mundo del espectáculo.
Pero, ¿saben ustedes también por qué se producen esas situaciones indeseadas?.
Porque a diferencia de otros países donde hay gremios, y los artistas militan en uniones, o sindicatos, aquí todo el mundo anda por su cuenta y por su parte.
Si aquí los artistas de cada género se asociaran en sindicatos, uniones o gremios, como tienen los peloteros, los artistas de México y de estados Unidos, otro gallo cantaría...
Los sindicatos paran un programa o un canal cuando de exigir sus derechos o defender a sus miembros se trata.
Independientemente de quien tenga la razón, tenemos que mostrar las vías expeditas para que los artistas nuestros se fortalezcan.
Pena y verguenza debe dar que los choferes, aún con los "traganíqueles" que tienen de dirigentes, son más efectivos en la defensa de los intereses de sus miembros, que otros sectores sociales considerados "más avanzados".
Estén claro en eso...
Pero, imagínense, aquí...Los técnicos de Telecentro tienen tres meses sin cobrar, porque ni siquiera el Banco Central que tiene ese medio intervenido en sus manos, ha cumplido con su compromiso.
Mientras tanto, el gobernador del Banco Central se jacta de "un gran crecimiento económico del país"....Se parece al ¡canto del fantoche Lusitano!
Y entonces, ¿quién podrá defender a esos comediantes?. ¡Nadie!.
Nunca han querido asociarse, ni tener quién les defienda. Así "que cojan su chucho". Fuente Joseph Caceres
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