Y es que se cree que en el arte hay gente que cuenta con una varita mágica para fabricar y hacer artistas famosos.
Qué solo basta el dinero para pagar promoción y comprar favores con lo cual se accesa al éxito de la noche a la mañana, sin parar mientes en las complejidades de un medio que se rige por reglas no escritas, en la mayoría de los casos incomprensibles y caprichosas.
Hay temas musicales a los cuales se les invierten todos los recursos de promoción y no pasa nada.
En cambio, hay otros que se pegan de inmediato, en el mismo momento en que, en el caso del merengue, las orquestas los tocan en los bailes a manera de globo de ensayo.
¿O qué piensan era el Kulikitaki, el más grande éxito que tuvo Toño Rosario en los últimos 20 años?.
Un relajo que hacía en los bailes…
Julio César, fue el creador del grupo Aventura, de donde surgió Romeo, y luego de eso ha intentado repetir la hazaña, y ¿díganme alguien si lo ha logrado?.
Gerardo Díaz, El Toro, fue el artífice de Héctor Acosta, y también quisiéramos que alguien nos diga si lo ha podido replicar, en los Toros Band o en algún otro proyecto independiente…
Johnny Ventura, con su figura, gracejo y sabiduría popular es un ícono de nuestra música, a nivel local y mundiall. ¿Le ha servido eso de algo para potenciar a Jandy Ventura y a Los Potros?.
¿O pudo Fernando Villalona traspasar su carisma a sus hermanos, o Sergio replicarse en los suyos?.
No digamos de Rafa Rosario, del mismo Toño, de Juan Luis Guerra con su sobrina Amelia. No señores, déjense de caballá.
La fama y el éxito no se compra en botica.
La promoción ayuda, pero sobre la base de “ayúdate, que yo te ayudare”, como rezan las palabras bíblicas…
Y el que no lo vea así, está frito.
¡Listo y servido, para que se lo coman los vividores, que siempre dicen que lo pueden todo!.
Fuente Merengala
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