Oscar de la Renta es, sin dudas, el más exitoso empresario dominicano residente en el extranjero. Como diseñador de ropa es uno de los grandes nombres de la alta costura internacional. Primer latinoamericano en dirigir una casa de moda francesa, ha merecido numerosos premios y reconocimientos, y ha vestido a cuatro primeras damas norteamericanas. De la Renta destaca también como empresario de visión, con un emporio de moda diversificado en líneas de perfumes y ropa de hombre. Dominicano identificado con su país, también es el más influyente por sus estrechas relaciones con las grandes personalidades del mundo occidental. Versión impresa pdf
Oscar, ¿cómo te sentirías si durante un solo día fueses presidente de la República Dominicana?
Me sentiría como Juan Luis Guerra. Y decretaría que lloviese café en el campo.
¿Cómo definirías la dominicanidad?
Creo que los dominicanos tuvimos un sentimiento de identidad muy fuerte, pero, lamentablemente, lo hemos perdido mucho. Y es que sufrimos de un gran problema. El tema haitiano es enorme para los dominicanos, un problema que nunca hubiésemos deseado. Estoy profundamente apenado por lo que le ha ocurrido a los haitianos, pero al mismo tiempo me siento muy triste, porque cuando estoy en mi país encuentro residentes que no hablan español.
Como persona que nació en República Dominicana, pero que desde su juventud se trasladó a Europa y Estados Unidos, logrando en esos países codearse con reconocidas personalidades del mundo, ¿cuáles consideras que son las características y diferencias de los dominicanos como nación?
Esa es una pregunta “embromona”. No creo que exista algo típico o atípico en cuanto a los dominicanos, algo que nos diferencie de la gente de otros países. Todos tenemos defectos y cualidades, pero tal vez el hecho de que vivimos en una pequeña media isla, nuestro aislamiento, valga la redundancia, acentuado por la gran encerrona que sufrimos durante los 31 años de la dictadura de Trujillo, nos ha afectado y nos ha hecho ver el mundo de una manera diferente. Pero excepto esto, no creo que seamos realmente diferentes a los habitantes de los otros países de América Latina y el Caribe.
A tu entender ¿qué podría hacer el gobierno dominicano para que el país sea más atractivo a inversionistas y visitantes extranjeros?
Ciertamente, reducir la pobreza. Somos un país rico, pero con una riqueza mal distribuida.
¿Qué podría hacer nuestro sector privado y nuestra sociedad para que el país sea más atractivo a inversionistas y visitantes extranjeros?
En términos prácticos, creo que como país necesitamos tener mejores relaciones públicas. Los inversionistas deben saber que nuestra principal fuente de ingresos es el turismo. Jamaica, por ejemplo, desarrolla una campaña muy agresiva de relaciones públicas para estimular el turismo. Allí el crimen y otros aspectos negativos son mayores que en nuestro país, pero Jamaica se anuncia. Nosotros anunciamos algunas de nuestras regiones, pero no el país entero. Otra cosa que podría hacernos más atractivos es aprovechar el hecho de que nuestra capital es la más antigua del hemisferio. Eso no ha sido explotado. ¿Por qué va la gente a las ciudades coloniales de La Habana y San Juan, menos antiguas que la nuestra? Porque no tenemos nada que ofrecer en nuestra zona colonial.
¿Qué es lo que más gozas cuando estás en el país?
Amo mi gente, amo a mi país. Me encanta juntarme con la gente.
¿Qué es lo que más te deprime de nuestro país, cuando estás aquí?
Cuando no estoy, me deprime no poder saborear su comida; pero cuando estoy aquí, como ahora, me deprimen la droga y el crimen. Pero ese es un problema que existe hoy en todo el Caribe, no es exclusivamente nuestro.
¿De qué forma crees haber contribuido a facilitar las relaciones entre nuestro país y Estados Unidos?
Siempre he sido un promotor y defensor de mi país, porque lo quiero y, además, porque considero que es mi obligación como dominicano dar el ejemplo. Tengo grandes relaciones, y han sido muy útiles a la República Dominicana.
fuente la lupa
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