El célebre cineasta Woody Allen insiste en que nunca abusó de su hija adoptiva Dylan, y boicoteado por un creciente número de actores acusó a la familia de su expareja Mia Farrow de aprovecharse del movimiento Time’s Up para reavivar una “denuncia desacreditada”.
“Aunque la familia Farrow está cínicamente usando la oportunidad brindada por el movimiento Time’s Up para repetir esta denuncia desacreditada, eso no la torna más verdadera hoy que en el pasado”, escribió Allen, de 82 años, en un comunicado divulgado el jueves.
“Nunca abusé de mi hija, como concluyeron todas las investigaciones hace un cuarto de siglo”, añadió.
Las declaraciones del legendario director de cine, que ha dirigido más de 50 películas y ganó cuatro Óscar, fueron difundidas como respuesta a una entrevista televisiva que su hija adoptiva Dylan Farrow, de 32 años, concedió a CBS en momentos en que el movimiento Time’s Up contra el acoso sexual sacude a Estados Unidos, y que fue transmitida en su totalidad este jueves.
– ¿Entrenada? –
Dylan Farrow asegura desde hace años que su padre la toqueteó cuando tenía siete años, y en la entrevista dice esperar que ahora finalmente el mundo le crea, aunque las autoridades no hallaron pruebas y Allen nunca fue condenado.
El cineasta asegura que todo es un invento de su expareja Mia Farrow para vengarse porque Allen la dejó en 1992 por Soon-Yi Previn, hija adoptiva de la actriz y el pianista André Previn. Soon-Yi, que nació en Corea del Sur, tenía entonces 21 años, y Allen 56. Ambos están casados desde hace más de 20 años y tienen dos hijas adoptivas.
Los servicios de bienestar infantil de Nueva York y un hospital de Connecticut investigaron en la época las denuncias de Mia Farrow, que tiene 14 hijos, “y concluyeron que no hubo abuso” y que “posiblemente una niña vulnerable fue entrenada para contar esa historia por su airada madre durante una separación tormentosa”, dijo Allen.
“El hermano mayor de Dylan, Moses, ha dicho que vio a su madre hacer exactamente eso: entrenando incansablemente a Dylan, tratando de hacerle creer que su padre era un depredador sexual peligroso. Parece que funcionó, y tristemente, estoy seguro de que Dylan realmente cree lo que dice”, aseveró Allen.
Moses no se habla con su madre adoptiva ni con muchos de sus hermanos, y defiende a su padre hace varios años.
“Soy creíble y digo la verdad”, dijo a CBS Dylan Farrow, que está casada hace ocho años y tiene una niña de 16 meses. Allen “está mintiendo, y ha estado mintiendo por mucho tiempo”.
Farrow dijo que mientras su madre había salido de compras, su padre la llevó a un ático y le pidió que se acostara boca abajo y jugara con el tren de su hermano. “Mientras jugaba con el tren, fui atacada sexualmente… Como diría una niña de siete años, me tocó las partes privadas”, relató. “Tocó mis labios vaginales y mi vulva con su dedo”.
Dylan Farrow detalló los abusos de su padre por primera vez en 2014, en una carta abierta publicada en el New York Times. Y volvió a repetirlos recientemente en diciembre en una columna en el diario Los Angeles Times titulada: “¿Por qué la revolución del #MeToo perdona a Woody Allen?”.
– Boicot de actores –
Pero ahora numerosos actores como la ganadora del Óscar Natalie Portman aseguran que le creen. Greta Gerwig, Mira Sorvino, Evan Rachel Wood, Ellen Page, Rebecca Hall o Timothée Chalamet afirman que están arrepentidos de haber trabajado con él y que no volverán a hacerlo.
Algunos de ellos, como Chalamet, Hall y Selena Gómez, protagonistas de su último filme, “A Rainy Day in New York”, donaron sus salarios a asociaciones que defienden a víctimas de abusos sexuales.
No obstante, un actor muy conocido ha saltado en su defensa. Alec Baldwin tuiteó su apoyo a Woody Allen el martes y recordó que las investigaciones de la época no hallaron pruebas de la culpabilidad de Allen.
Es “injusto y triste” que se le acuse, sostuvo Baldwin, para quien trabajar en tres filmes con el director fue “uno de los privilegios” de su carrera.
Ronan Farrow, único hijo biológico de Mia y Woody Allen, cortó hace años toda relación con su padre y es el autor de una investigación periodística publicada por la revista The New Yorker que ayudó a derribar al poderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein, caído en desgracia tras ser acusado de acoso, agresión o violación por más de cien mujeres.
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