La información publicada a manera de primicia este lunes por cristalycolores.com dando cuenta del rompimiento de las relaciones del animador de televisión Michael Miguel y Alberto Bernabé (Bebeto) ha provocado una avalancha de reacciones de lectores que la han emprendido contra éste último y solidarizándose con Michael Miguel y convirtiéndolo en víctima a propósito de la separación.
Y, para ser justos, no creemos que, en el caso de este distanciamiento, Bebeto no es el malo de la película; no es el gran villano, y con esto no estamos dejando dicho que lo sea Michael. Ni uno ni el otro debe verse como tal.
En primer lugar, Michael Miguel no era empleado de Alberto Bernabé. Michael fue, desde el primer momento en que se juntaron para desarrollar proyectos de televisión, socio de Bebeto; no asalariado.
Los dos conformaron una combinación, una fórmula, que, para el divertimento popular en la pantalla chica resultó exitosa, logrando gran penetración en la audiencia doméstica, pero alcanzando mucho más popularidad e influencia, enraizándose mucho más, en la audiencia dominicana que radica en Estados Unidos, muy especialmente New York, Boston, Miami, entre otras ciudades no menos importantes.
El éxito, el impacto de los programas de Bebeto y Michael Miguel (que iniciaron hace buen tiempo por Supercanal 33 y hoy están en Telemicro Internacional y Digital 15), tanto en el país como en el exterior, es un crédito que se le debe atribuir a ambos, no sólo a uno de ellos, porque los dos comenzaron y desarrollaron esos proyectos en pareja.
Lo mismo puede decirse de los excelentes resultados que han obtenido con las presentaciones de fiestas y producciones de espectáculos, como "Los años dorados del merengue".
Y si en algún momento de su vida Michael Miguel ha ganado buen dinero por su reconocido talento y su incansable disposición de trabajo ha sido al lado de Alberto Bernabé. Ganó buen dinero, acrecentó su fama y consolidó su figura como una de las más impactantes figuras de la televisión criolla.
A Bebeto se le podrá cuestionar que cuenta con un temperamento un tanto difícil y hasta controversial; y que se ha visto envuelto en escándalos propios del negocio en el que opera; pero hay que reconocerle que, para Michael Miguel, resultó un buen socio por más de dos decenios.
¿Llegó un momento en el que al parecer las cosas no iban bien entre ambos? ¿Michael Miguel tiene inquietudes profesionales y políticas que entiende debe desarrollar al margen de Alberto Bernabé? ¿Bebeto llegó a la conclusión de que si estaba en esa onda Michael Miguel debía hacer su tienda aparte; que no podían seguir juntos...? Esas son otras quinientas, como dice la expresión popular.
Si no hay más remedio, que llegue el divorcio. Lo ideal hubiese sido que siguieran juntos. A veces, la unión de dos talentos desarrolla proyectos con excelentes resultados, pero trabajando individualmente no llegan el uno ni el otro a ninguna parte (que ojalá no sea este el caso); sólo en el trabajo combinado de ambos son exitosos (recuerden a Monhy y Alexandra en la bachata)... Pero, como decían por ahí, "Cuando no se puede no se puede".
Bebeto y Michael fueron amigos/hermanos durante prácticamente un cuarto de siglo y fueron formidables socios, sacando provecho económico y de imagen de la perseverancia y la dedicación al trabajo . Decidieron separarse. Bebeto continuía con Súper Éxitos y Tu Mañana, Michael Miguel viene con su proyecto propio de tres horas cada sábado a partir del mediodía.
Suerte para ambos...
fuente Jose Francisco Arias
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