lunes, 3 de marzo de 2014

Anthony Santos celebró sus 25 años en la música, fue una noche histórica para la bachata y para él en particular.

Lágrimas no faltaron en el rostro de Anthony Santos. La emoción del bachatero más carismático de todos los tiempos salió anteanoche a flote ante la algarabía de un público devoto con su música y que llenó por completo las más de 20 mil localidades disponibles en el emblemático Madison Square Garden.
Acostumbrado a llenar discotecas, enramadas y galleras, “El Mayimbe” tenía muchos años que no cantaba ante una multitud como la congregada en el Madison y que desafió temperaturas bajo cero. Sin dudas, fue una noche histórica para la bachata y para él en particular.
En otras décadas era impensable que un exponente de la bachata tradicional llenara un lugar como el Madison, destinado a los grandes cantantes del pop, sobre todo de la música de habla inglesa y los latinos más populares en Estados Unidos.
La bachata y Anthony Santos hicieron una demostración formidable de convocatoria y fortaleza en la plaza latina. La hazaña es meritoria también para el empresario Félix Cabrera, quien en apenas cuatro semanas armó el show y puso el engranaje promocional en marcha. Otros artistas como el mismísimo Enrique Iglesias empezaron hasta con meses de anticipación la venta de boletas para lograr una convocatoria casi similar.
La noche también tuvo otro final feliz: el fin de una publicitada enemistad entre Luis Vargas y Anthony Santos. Un abrazo de viejos amigos y cantar juntos un tema, “Debate de cuatro”, selló la ruptura que todos dan por hecho y que ellos tampoco lo niegan, aunque también admiten que fue parte de un show mediático.
Rivales
“Nosotros nunca hemos sido enemigos, somos rivales musicales; en la música no hay amigos, podemos darnos un abrazo, pero cuando usted está allá arriba le gusta hacerlo mejor que el otro”, expresó Vargas a los periodistas dominicanos que cubrieron el evento.
También el público mismo contribuyó a la construcción de esa enemistad entre los dos bachateros que hace 25 años iniciaron una revolución con el género del amargue en República Dominicana y que hoy recoge sus mejores frutos con pegada internacional. “Este (Anthony) me decía panzú y un viaje de vaina y la gente se quedaba esperando la cinta mía y la de Anthony para ver qué traíamos”, manifestó Vargas. Ambos ahora posiblemente, con Cabrera a la cabeza, monten un show multitudinario en República Dominicana.
Proclama
En medio del concierto, el senador Adriano Espaillat, de origen dominicano, le entregó una proclama en la que se declaraba el 18 de marzo como día de Anthony Santos en Nueva York.
Además de Vargas (él hizo un show solo y que gustó), en la propuesta musical por la celebración del Mayimbe participaron el merenguero Toño Rosario, quien cantó durante una hora, y el dembowsero El Mayor de los Clásicos. Casi al final, Miriam Cruz cantó un tema a dúo con Santos.
El veterano bachatero cantó durante una hora y 47 minutos, poco tiempo para un hombre que le gusta tocar hasta las 6:00 de la mañana. El Madison no podía pasar de las 12:00 de la noche.
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LE PIDIERON QUE CONCLUYERA
EN EL ESCENARIO: Al Anthony Santos sobrepasar el tiempo en el escenario la suma podría llegar hasta 40 mil dólares en multa. Félix Cabrera tuvo que subir al escenario a decirle a Santos que tenía que parar y quién sabe si hasta le propuso que siguiera, pero con la advertencia de que tendría que pagar el extra por la multa. El cantante concluyó con cara de que quería seguir.
Su sentimiento de bienestar era notable. Hasta anunció que en otra nueva oportunidad cantará solo para ocupar todo el tiempo que sea necesario.
A pesar del “poco tiempo” que permaneció en tarima, el bachatero despachó un arsenal de temas que provocó la satisfacción de la multitud que no paraba de aplaudirle y gritarle “Mayimbe, Mayimbe”.
Una a una sonaron sus principales bachatas desde hace 25 años, desde aquel clásico “Voy pa´llá” hasta “Véte” o “Creíste”, que le dio un premio Soberano el pasado año. El final fue su más reciente éxito: “Hoy se va a beber”, que grabó con el rapero Vakeró.
Acompañado de 10 músicos y una corista, las arengas iban y venían en medio de cada tema: “Nadie puede conmigo”, “Aquí su Mayimbe, el que nadie ha podido conmigo todavía. Qué será lo que tiene el negro?, quién toca como yo?”…

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