Alberto Bernabé, (Bebeto) es el padre de dos de los más importantes programas vespertinos de la televisión dominicana.
Los concibió sin querer, pues no usó "preservativos". Le salieren "preñados" dos canales sin darse cuenta.
Bebeto fue el creador del concepto de los programas meridianos kilométricos que se extienden hasta entrada la tarde.
En Digital 15 y Telemicro Internacional sentó cátedras con "El Poder de las Doce".
Un desacuerdo, que quizás se pudo haber solucionado, exacerbó los ánimos y exaltó los egos.
Fue cuando en Telemicro, en medio de una situación con implicaciones políticas que se estaban manejando en El Poder de las Doce", se le quiso aplicar correctivos, y lo que generó fue un detonante, que provocó una explosión de tanta magnitud, que Bebeto cayó "de aire" en Super Canal a consecuencia de "la onda expansiva."
No contaba con que en Telemicro no se iban a quedar cruzados de brazos, y a que le iban a armar "De Extremo a Extremo", en el mismo horario, y con parte de su personal.
Su impronta en Supercanal con "El Poder de las Doce" tuvo de frente a la maquinaria de Telemicro, con todos sus poderes, en el mismo horario.
Con la ventaja de que el programa es del canal, y no tiene que pagar espacio de arrendamiento, como sucedía con Bebeto en Super Canal.
Aún así se mantuvo echando la pelea, con uñas y dientes, cogiendo la bola hasta "a mano pelá", como dicen.
¿Y qué ha sucedido?, Que ante la imposibilidad de afrontar sus compromisos con Super Canal la televisora ha decidido usar el espacio para producir un programa similar o parecido.
Se quedó con parte del nombre, y con algunos de los integrantes del personal, con lo cual se repite lo mismo que aconteció cuando Bebeto se fue de Telemicro.
Los canales donde ha estado Bebeto, le han montado sucursales con su mismo concepto de producción, y en el mismo horario en que ha estado.
Definitivamente hay que concluir en que Bebeto es una figura de la televisión "parturienta"...
Ha parido dos hijos, aunque "con cesárea", a los que quizás no le quisiera ver ni la cara...
Pero están ahí...Y dicen que los hijos no se niegan.
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