-Sueñan con hacer algo alocado y estar en su trabajo es lo más parecido a estar en una cárcel, por lo que piensan que irse a vivir a Europa y trabajar de meseros es lo mejor.
-Pero la indecisión los vuelve a hundir, pues hacerlo podría poner en riesgo la vida que quieren a futuro, por lo que vuelven a estar como antes.
-La nostalgia por la Universidad es inmensa, recuerdan cuando vivían con sus padres todo el tiempo y trabajar no era una obligación, lo más difícil que les podía pasar era conseguir el teléfono de alguien, no renta, pagos ni obligaciones.
-En cuanto a su vida amorosa, comienzan a cuestionarse si quieren estar el resto de sus vidas con su pareja, se sienten insatisfechos con citas y encuentros que no llevan a nada, pero también a sus 25 piensan que podrían quedarse solos.
-Se aburren de sus amigos y salir de fiesta toda la noche no suena tan tentador. Incluso verlos cada 15 días es más divertido, además comienzan a revaluar relaciones de amistades dándose cuenta que en realidad tienen 4 amigos y no 15, como antes.
-Se vuelven más radicales respecto a ciertos temas, de pronto hablar de niños es terrorífico pero a la vez desean tenerlos, esto ligado a que también se sienten solitarios.
-¿Miedo al fracaso? Claro, es una de las cosas que más los atormentan, pues sienten que un error podría costarles el resto de su vida.
-Sienten que nada de lo que están haciendo les funciona, se comparan con otros chicos de su edad y con sus mismos padres “Ya todos se están casando”, “Ellos ya tenían una casa y a nosotros”.
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