Este sábado la cantante Beyoncé hizo historia al convertirse en la primera mujer negra en encabezar el cartel del festival Coachella.
A lo largo de las últimas semanas, su actuación en la popular cita que cada año reúne a celebridades, influencers y amantes de la música en general había generado más expectación de lo que es habitual en torno a un concierto de la diva debido a que había prometido compensar a todos aquellos que el año pasado se llevaron una gran decepción cuando su participación tuvo que ser cancelada en el último momento por órdenes de sus médicos, quienes le advirtieron que no podía realizar esfuerzos físicos debido a su embarazo de sus mellizos.
Y desde luego Queen B no decepcionó a sus fans. Tras hacer su entrada triunfal ataviada con una capa firmada por Balmain de inspiración egipcia y acompañada de una banda de música y docenas de bailarines, la artista se cambió rápidamente de ropa para enfundarse un atuendo más deportivo -sudadera amarilla y vaqueros cortos- para interpretar su famoso sencillo ‘Crazy In Love’, al que siguieron ‘Formation’ y ‘Sorry’.
En un momento de su número musical, Beyoncé se subió a una grúa para sobrevolar la audiencia mientras cantaba ‘Drunk In Love’, aunque regresó rápidamente a los ritmos más bailables con un remix en clave de hip-hop de algunos de sus clásicos para el que se le unió DJ Khaled, quien aseguró: “Después de esta noche, Coachella pasará a ser conocido como Beychella”.
El marido de la estrella también tuvo sus minutos de protagonismo, cuando los dos cantaron a dueto ‘Deja Vu’ y poco después llegaba el momento que muchos llevan esperando desde la reunión del trío en la Superbowl de 2013: Kelly Rowland y Michelle Williams aparecían bajo los focos para ofrecer al público una reedición de los temas ‘Lose My Breath’, ‘Say My Name’ y ‘Soldier’ que las lanzaron a la fama como Destiny’s Child.
En una velada con tantos guiños a la trayectoria musical de Beyoncé y a sus colaboradores habituales, no podía faltar una aparición de su hermanísima: Solange Knowles, junto a quien bailó muy sensualmente el single ‘Get Me Bodied’.
“Estoy muy feliz de encontrarme aquí. Se suponía que iba a actuar el año pasado, pero acabé quedándome embarazada… ¡Gracias a Dios! Así que no me quedó otra opción que soñar y soñar y seguir soñando con este momento mientras dos criaturas crecían en mi viente. Gracias por compartirlo conmigo. ¡Espero que hayáis disfrutado del show!”, se despidió Beyoncé para dar por concluida su triunfante desembarco en Coachella.
Y desde luego Queen B no decepcionó a sus fans. Tras hacer su entrada triunfal ataviada con una capa firmada por Balmain de inspiración egipcia y acompañada de una banda de música y docenas de bailarines, la artista se cambió rápidamente de ropa para enfundarse un atuendo más deportivo -sudadera amarilla y vaqueros cortos- para interpretar su famoso sencillo ‘Crazy In Love’, al que siguieron ‘Formation’ y ‘Sorry’.
En un momento de su número musical, Beyoncé se subió a una grúa para sobrevolar la audiencia mientras cantaba ‘Drunk In Love’, aunque regresó rápidamente a los ritmos más bailables con un remix en clave de hip-hop de algunos de sus clásicos para el que se le unió DJ Khaled, quien aseguró: “Después de esta noche, Coachella pasará a ser conocido como Beychella”.
El marido de la estrella también tuvo sus minutos de protagonismo, cuando los dos cantaron a dueto ‘Deja Vu’ y poco después llegaba el momento que muchos llevan esperando desde la reunión del trío en la Superbowl de 2013: Kelly Rowland y Michelle Williams aparecían bajo los focos para ofrecer al público una reedición de los temas ‘Lose My Breath’, ‘Say My Name’ y ‘Soldier’ que las lanzaron a la fama como Destiny’s Child.
En una velada con tantos guiños a la trayectoria musical de Beyoncé y a sus colaboradores habituales, no podía faltar una aparición de su hermanísima: Solange Knowles, junto a quien bailó muy sensualmente el single ‘Get Me Bodied’.
“Estoy muy feliz de encontrarme aquí. Se suponía que iba a actuar el año pasado, pero acabé quedándome embarazada… ¡Gracias a Dios! Así que no me quedó otra opción que soñar y soñar y seguir soñando con este momento mientras dos criaturas crecían en mi viente. Gracias por compartirlo conmigo. ¡Espero que hayáis disfrutado del show!”, se despidió Beyoncé para dar por concluida su triunfante desembarco en Coachella.