Picoteando el Espectáculo
Kate del Castillo arriesgó su vida por una historia. Por la posibilidad de llevar al cine la vida del narcotraficante más buscado del mundo, un personaje de leyenda: Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán, con el que estableció comunicación a través de las redes sociales.
Del Castillo se entrevistó con el capo en la cárcel, antes de que se escapara. Y luego otra vez de forma clandestina en territorio del narcotraficante.
Entonces todo se torció. Su socio en el proyecto, Sean Penn, tenía otros planes. En el fondo no buscaba una película, sino publicar una larga entrevista en una revista de Estados Unidos. Justo entonces, “El Chapo” fue arrestado, lo que dejó a la actriz en una difícil posición.
Hollywood no sacará -por ahora- una película sobre “El Chapo”, pero Del Castillo sí decidió contar todo lo sucedido en un documental de tres partes que se estrena en Netflix el 20 de octubre: “Cuando conocí al Chapo (The Day I Met El Chapo)”. Este diario entrevistó a la actriz días antes del estreno.
Pregunta: ¿Eras consciente del peligro de aquel viaje para entrevistar al “Chapo” Guzmán?
Kate del Castillo: El viaje fue la consecuencia, lo último, de haber aceptado los derechos de su vida. Desde luego sabía que era algo súper peligroso. Arriesgué mi vida, sin duda, por tener una historia interesante para traer a Hollywood, para poder hacer una película buena de un personaje que es interesante en cualquier forma que lo quieras ver.
P.: ¿Te engañó Sean Penn?, ¿crees que te mintió sobre sus intenciones para el viaje que hicieron juntos?
K.d.C.: Nunca he dicho que él me engañó o me mintió. Simplemente él no me dijo la verdad. Él traía una idea y una agenda diferente a la mía que no compartió conmigo. Cuando los otros tres que van conmigo traen una agenda y yo traigo otra, pues estoy en desventaja, desde luego. Además en un viaje que, si no es por mí, ellos tampoco lo hubieran hecho. Yo debí de haber estado informada de todo lo que ellos estaban planeando. No fue así. Ha habido un montón de consecuencias por eso. Yo a veces no escucho mi instinto y uno lo debe de escuchar. Es de las cosas que he aprendido con todo esto: escuchar un poquito más a nuestros latidos.
P.: ¿En qué momento te das cuenta de ese plan diferente de Sean Penn?, ¿cuando sale su artículo en Rolling Stone?
K.d.C.: No, de hecho yo le ayudé a traducir el artículo para mandárselo al señor Guzmán, porque el señor Guzmán tenía que aprobarlo. Estuve en todo ese proceso que fue una verdadera pesadilla, pero yo no sabía que se iba a escribir cuando fuimos allá. Lo supe cuando estaba ahí sentada en frente del señor Penn y del señor Guzmán. Fue un poquito de sacada de onda teniendo que enfrentar algo que yo no sabía que iba a enfrentar, cuando mi intención era presentarle [al “Chapo” Guzmán] a las personas con las que iba a producir la película que él quería que yo hiciera.
P.: Tras aquella entrevista, ¿seguiste manteniendo contacto con el señor Guzmán?
K.d.C.: La comunicación se cortó cuando agarraron al señor Guzmán. Yo dejé de hablar con él un día o dos antes.
P.: ¿Qué pensaste cuando lo agarraron?
K.d.C.: Fue todo muy raro. Yo no tenía ni idea de que eso iba a suceder. Era todo muy raro en cuanto a los tiempos. A él lo agarraron creo que un jueves por la noche y el artículo iba a salir el siguiente lunes. Yo hablé a Rolling Stone y les dije que sacaran el artículo antes del lunes. Creo que lo sacaron un sábado por la noche. Entonces imagínate, no te puedo explicar lo que yo sentí. Eran muchas coincidencias y muchas cosas las que me estaban sucediendo en esos momentos. Fueron unos momentos difíciles, más aún cuando la procuradora general [Arely Gómez] salió diciendo que lo habían agarrado gracias a nosotros, lo que fue una gran tontería.
P.: En ese momento, ¿tuviste alguna amenaza?, ¿tuviste miedo?
K.d.C.: Miedo, sí. Miedo siempre tuve pero no recibí ninguna amenaza directa. Pero sin duda eso puso nuestras vidas en riesgo. Fue un comentario totalmente… ¡híjole!, yo quiero pensar que ni siquiera pensaron en el peligro en el que nos pusieron, a mí, a Sean y a los dos productores.
P.: ¿Ahora estás tranquila?
K.d.C.: No tengo miedo ya. Eso pasó. No le tengo miedo al cártel. Al que le tuve miedo fue al Gobierno mexicano, que fueron los que filtraron y manipularon toda la información. Ése para mí fue el verdadero peligro.
P.: ¿No crees que el señor Guzmán se haya podido sentir engañado o traicionado por ustedes?
K.d.C.: No sé por los demás. Pero por mí, no. Eso me queda clarísimo. Esas personas saben perfectamente lo que sucede y sucedió.
P.: A pocos días de la emisión del documental, ahora Sean Penn dice que quiere dar su versión porque no está muy de acuerdo.
K.d.C.: Sean Penn tuvo la oportunidad de dar su parte –que él además ya la dio en su famoso artículo–. Nosotros lo buscamos para este documental y nunca nos contestó. Se le buscó, no una, sino varias veces y no quiso contestar. Resulta que ahora sí quiere hablar. Pues bueno, él puede hablar todo lo que quiera, pero no en este documental. El documental está hecho, está cerrado y va a a salir el día que teníamos planeado. No se va a cambiar absolutamente nada, ni se va a editar, ni vamos a agregar nada… porque Sean Penn no tiene ningún poder sobre una cosa que ya está hecha y que sigue su cauce normal.
P.: ¿Ya puedes viajar a México?
K.d.C.: Legalmente mi caso ya está cerrado. Pero han abierto otros casos, otros fiscales que no paran. Cierran una cosa y abren otras. Mis abogados no me recomiendan que vaya todavía a México, pero legalmente sí puedo ir y ya no me arrestan. Pero tú sabes, luego se inventan una cosa u otra como lo he ido viendo durante estos dos años. No me quiero arriesgar.
P.: ¿Hace cuánto no vas a México?
K.d.C.: En diciembre serán dos años.
Kate del Castillo arriesgó su vida por una historia. Por la posibilidad de llevar al cine la vida del narcotraficante más buscado del mundo, un personaje de leyenda: Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán, con el que estableció comunicación a través de las redes sociales.
Del Castillo se entrevistó con el capo en la cárcel, antes de que se escapara. Y luego otra vez de forma clandestina en territorio del narcotraficante.
Entonces todo se torció. Su socio en el proyecto, Sean Penn, tenía otros planes. En el fondo no buscaba una película, sino publicar una larga entrevista en una revista de Estados Unidos. Justo entonces, “El Chapo” fue arrestado, lo que dejó a la actriz en una difícil posición.
Hollywood no sacará -por ahora- una película sobre “El Chapo”, pero Del Castillo sí decidió contar todo lo sucedido en un documental de tres partes que se estrena en Netflix el 20 de octubre: “Cuando conocí al Chapo (The Day I Met El Chapo)”. Este diario entrevistó a la actriz días antes del estreno.
Pregunta: ¿Eras consciente del peligro de aquel viaje para entrevistar al “Chapo” Guzmán?
Kate del Castillo: El viaje fue la consecuencia, lo último, de haber aceptado los derechos de su vida. Desde luego sabía que era algo súper peligroso. Arriesgué mi vida, sin duda, por tener una historia interesante para traer a Hollywood, para poder hacer una película buena de un personaje que es interesante en cualquier forma que lo quieras ver.
P.: ¿Te engañó Sean Penn?, ¿crees que te mintió sobre sus intenciones para el viaje que hicieron juntos?
K.d.C.: Nunca he dicho que él me engañó o me mintió. Simplemente él no me dijo la verdad. Él traía una idea y una agenda diferente a la mía que no compartió conmigo. Cuando los otros tres que van conmigo traen una agenda y yo traigo otra, pues estoy en desventaja, desde luego. Además en un viaje que, si no es por mí, ellos tampoco lo hubieran hecho. Yo debí de haber estado informada de todo lo que ellos estaban planeando. No fue así. Ha habido un montón de consecuencias por eso. Yo a veces no escucho mi instinto y uno lo debe de escuchar. Es de las cosas que he aprendido con todo esto: escuchar un poquito más a nuestros latidos.
P.: ¿En qué momento te das cuenta de ese plan diferente de Sean Penn?, ¿cuando sale su artículo en Rolling Stone?
K.d.C.: No, de hecho yo le ayudé a traducir el artículo para mandárselo al señor Guzmán, porque el señor Guzmán tenía que aprobarlo. Estuve en todo ese proceso que fue una verdadera pesadilla, pero yo no sabía que se iba a escribir cuando fuimos allá. Lo supe cuando estaba ahí sentada en frente del señor Penn y del señor Guzmán. Fue un poquito de sacada de onda teniendo que enfrentar algo que yo no sabía que iba a enfrentar, cuando mi intención era presentarle [al “Chapo” Guzmán] a las personas con las que iba a producir la película que él quería que yo hiciera.
P.: Tras aquella entrevista, ¿seguiste manteniendo contacto con el señor Guzmán?
K.d.C.: La comunicación se cortó cuando agarraron al señor Guzmán. Yo dejé de hablar con él un día o dos antes.
P.: ¿Qué pensaste cuando lo agarraron?
K.d.C.: Fue todo muy raro. Yo no tenía ni idea de que eso iba a suceder. Era todo muy raro en cuanto a los tiempos. A él lo agarraron creo que un jueves por la noche y el artículo iba a salir el siguiente lunes. Yo hablé a Rolling Stone y les dije que sacaran el artículo antes del lunes. Creo que lo sacaron un sábado por la noche. Entonces imagínate, no te puedo explicar lo que yo sentí. Eran muchas coincidencias y muchas cosas las que me estaban sucediendo en esos momentos. Fueron unos momentos difíciles, más aún cuando la procuradora general [Arely Gómez] salió diciendo que lo habían agarrado gracias a nosotros, lo que fue una gran tontería.
P.: En ese momento, ¿tuviste alguna amenaza?, ¿tuviste miedo?
K.d.C.: Miedo, sí. Miedo siempre tuve pero no recibí ninguna amenaza directa. Pero sin duda eso puso nuestras vidas en riesgo. Fue un comentario totalmente… ¡híjole!, yo quiero pensar que ni siquiera pensaron en el peligro en el que nos pusieron, a mí, a Sean y a los dos productores.
P.: ¿Ahora estás tranquila?
K.d.C.: No tengo miedo ya. Eso pasó. No le tengo miedo al cártel. Al que le tuve miedo fue al Gobierno mexicano, que fueron los que filtraron y manipularon toda la información. Ése para mí fue el verdadero peligro.
P.: ¿No crees que el señor Guzmán se haya podido sentir engañado o traicionado por ustedes?
K.d.C.: No sé por los demás. Pero por mí, no. Eso me queda clarísimo. Esas personas saben perfectamente lo que sucede y sucedió.
P.: A pocos días de la emisión del documental, ahora Sean Penn dice que quiere dar su versión porque no está muy de acuerdo.
K.d.C.: Sean Penn tuvo la oportunidad de dar su parte –que él además ya la dio en su famoso artículo–. Nosotros lo buscamos para este documental y nunca nos contestó. Se le buscó, no una, sino varias veces y no quiso contestar. Resulta que ahora sí quiere hablar. Pues bueno, él puede hablar todo lo que quiera, pero no en este documental. El documental está hecho, está cerrado y va a a salir el día que teníamos planeado. No se va a cambiar absolutamente nada, ni se va a editar, ni vamos a agregar nada… porque Sean Penn no tiene ningún poder sobre una cosa que ya está hecha y que sigue su cauce normal.
P.: ¿Ya puedes viajar a México?
K.d.C.: Legalmente mi caso ya está cerrado. Pero han abierto otros casos, otros fiscales que no paran. Cierran una cosa y abren otras. Mis abogados no me recomiendan que vaya todavía a México, pero legalmente sí puedo ir y ya no me arrestan. Pero tú sabes, luego se inventan una cosa u otra como lo he ido viendo durante estos dos años. No me quiero arriesgar.
P.: ¿Hace cuánto no vas a México?
K.d.C.: En diciembre serán dos años.
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