Picoteando el Espectáculo
El cantautor español Joaquín Sabina siempre deja al público con ganas de más información luego de cualquier entrevista. Se deja ver despreocupado, sincero y bastante indiscreto.
En una entrevista publicada este domingo 25 en la edición El País Semanal del reconocido periódico español, el periodista Guillermo Abril le preguntó por sus influencias. Dentro de los mencionados habló del laureado cantautor dominicano Juan Luis Guerra, al que destacó su aporte con la música bailable a la comunidad europea. Así declaró: “Si quiere saber mis santos: Dylan y Cohen, en el lado del anglosajón; como intérprete, Billie Holiday; en el lado francés, Brassens; en el español, José Alfredo Jiménez y Goyeneche, un cantante de tangos; el más grande: Serrat; le tengo enorme respeto a Paco Ibáñez, que nos dio a conocer la mejor poesía española con voz de cabra. Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Juan Luis Guerra, que puso a bailar a las gordas europeas que no sabían que tenían caderas. Y el panameño de la salsa, Rubén Blades. En Argentina, 30 años después del tango, Charly García. Pero escucharía a Dylan, a Brassens y a Cohen toda la vida. No encuentro al Dylan ni al Cohen actual de 20 años”.
En la entrevista titulada “Joaquín Sabina: “Me jodió mucho el gatillazo en Madrid”, el autor de “19 días y 500 noches” lamentó lo sucedido en Madrid donde tuvo que suspender el concierto porque se quedó mudo.
“Yo sabía que estaba engañando a la gente que había pagado y que me estaba viendo en unas condiciones que no se merecían. No puedo hacer eso. No lo pude hacer nunca. Por eso esa maldita leyenda de que lo he hecho más de una vez. Lo he hecho más de una vez, pero mi primo y maestro Serrat este año lo ha hecho varias veces y no ha salido ni en la prensa: suspendo porque estoy afónico y ya está”, manifestó.
Ante la pregunta, ¿Le fastidia que salga en la prensa? Sabina respondió: “Me fastidia la leyenda, porque no he sido tan informal. Este año, por ejemplo, he dado 80 conciertos en 12 países. Me jodió mucho que el gatillazo fuera justo en Madrid. Siempre me pasa”.
El rap y las redes sociales
Sobre la evolución de la música señaló que no es una voz autorizada porque no está en la onda de hoy en día, pero fue sepulturero con lo que piensa del rap: “No sé si soy una voz autorizada porque oigo poca música y no estoy al tanto. Y a veces, como todos los viejos, reacciono contra lo nuevo. Me decepcionó mucho el rap, que se ha ido convirtiendo con los años en poesía de analfabeto y para analfabeto que habla fundamentalmente de quién la tiene más larga. Ahora pones la radio y es un desastre su maléfica influencia. Cualquiera cree que puede rimar y versificar”.
Con el alcance de las redes sociales se fue más allá:
“En cualquier caso, soy un tipo que no es que no tenga Internet. No tengo ni teléfono. Soy una especie de hombre de las cavernas. No sé lo que son las redes sociales. Creo además que, si hay algo importante, acaba saliendo en la prensa. Es la única costumbre que tengo: paso dos horas diarias con la prensa”.
La conversación siguió entre muchas anécdotas divertidas y lo que piensa sobre la edad. Sabina no quiere que lo llamen viejo.
“Envejecer es una puta mier$$”. Estamos hartos de que la gente diga que es estupendo envejecer. Váyase usted a la mier$$. ¿Quién quiere ser viejo? Nadie”.
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