Amal Alamuddin (41 años) y George Clooney (57) se conocieron en la casa que el actor posee a orillas del lago Como, en Italia, en una cena improvisada a la que un amigo del intérprete llevo a la abogada británica especialista en Derecho Internacional y derechos humanos. Parecía que el destino del soltero de oro de Hollywood estaba marcado incluso antes de que se encontraran por primera vez aquel día, porque según él mismo reveló a principios de 2018 en el programa de David Letterman, Mi próximo invitado no necesita presentación, antes de que Amal llegara a su casa le llamó su representante y le dijo: “Conocí a la mujer que va a ir a tu casa y te vas a casar con ella”.
Los padres de Clooney estaban con él de vacaciones en aquel primer encuentro y también fueron testigos de la química que surgió entre ellos y de la admiración que reflejaba el rostro de su hijo: “Esa mujer significó algo para él inmediatamente. Fue asombroso”, contó Nick Clooney a la revista People en 2017. Su hijo no fue el único al que conquistó la personalidad de Amal Alamuddin; sus padres también quedaron impactados por la abogada a la que el progenitor del actor describió entonces como “encantadora, preciosa, con muchos logros en su haber y con mucha bondad en ella”.
Después llegó aquella romántica boda de cuatro días en Venecia en la que el mundo entero pudo descubrir la cara de arrobo con la que el novio miraba a su futura esposa. También la constatación de que la belleza y el estilo de la que se convertía entonces en esposa de uno de los actores más deseados del momento no desentonaría en ninguna alfombra roja en la que pudiera acompañarle en el futuro. La abogada también siguió la tradición de la mayoría de las mujeres británicas y renunció a su apellido para convertirse en Amal Clooney, y hasta aquí el papel de esposa entregada más allá de lo que ocurra de puertas para adentro. Porque quien esperara que acababa de dar el paso de convertirse en la acompañante a la sombra del actor, estaba muy lejos de conocer la fuerza y el poder de esta mujer y el orgullo que el intérprete de Gravity, Buenas noches y buena suerte o la saga Ocean’s siente de ser él el acompañante de su esposa en numerosos actos en los que ella es la estrella.
La última vez ocurrió la semana pasada en la cena de gala The Prince’s Trust con el príncipe Carlos como anfitrión en Buckingham Palace. La pareja acudió como invitada al encuentro, algo ya normal dada la excelente relación que les une al príncipe Enrique de Inglaterra y a Meghan Markle, a quien Amal preparó en Nueva York su fiesta babyshower junto con otros amigos como la tenista Serena Williams y actores del reparto de la serie Suits.
Pero la pareja no estaba allí por la fama del actor –aunque también acudieron otros invitados conocidos como los actores Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor o Josh Hartnett– sino porque Amal y el propio príncipe Carlos han creado una organización benéfica diseñada para apoyar el empoderamiento femenino. La abogada es la artífice del Premio Amal Clooney que, según ella misma ha manifestado “celebrará a las jóvenes que hacen cambios en sus comunidades”. “Es un privilegio poder participar en un proyecto que atraerá la atención de las jóvenes increíbles que son las futuras líderes de nuestro mundo”, dijo la abogada.
Amal y George Clooney han establecido desde 2014 su residencia en Londres donde está la sede del despacho Doughty Street Chambers en el que ella trabaja. Ha llevado casos tan relevantes como el de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, el de los tres periodistas de Al Jazeera a los que se acusaba de difundir material televisivo que podía resultar peligroso para Egipto. También ha formado parte del equipo legal que ha asesorado al Gobierno griego sobre los pasos a seguir de cara a la recuperación de los mármoles del Partenón que se exhiben en el Museo Británico de Londres. A finales de septiembre de 2018 intervino ante la ONU –no es la primera vez que lo hace– para defender a dos periodistas presos en Birmania acusados de violar secretos de Estado cuando cubrían la masacre de musulmanes rohingyas que está siendo silenciada por el Gobierno birmano. Y cuando ha sido necesario ha vapuleado verbalmente al mismo presidente de Estados Unidos –como hizo en el discurso que pronunció en los últimos Premios de la Asociación de Corresponsales de las Naciones Unidas en Nueva York– donde acusó a Donald Trump de dar "luz verde" a los regímenes autocráticos que encarcelan y matan periodistas después de nombrar a la prensa estadounidense "enemigo del pueblo"
Es evidente que no se ha limitado a seguir a su famoso marido pero también que ha sabido canalizar su tirón mediático para dar publicidad a las causas que defiende. “Creo que es maravilloso que los famosos puedan utilizar su tiempo o su energía o la atención que provocan para dar a conocer diferentes causas. Yo no me veo así realmente porque sigo haciendo el mismo trabajo que hacía antes. Pero si ahora se presta más atención a eso, creo que es algo bueno”, dijo en NBC News.
El actor se muestra orgulloso de ser el acompañante de su esposa cuando es la protagonista y no duda en mostrar su admiración hacia ella cada vez que tiene oportunidad. En varias ocasiones ha comentado que Amal es muy inteligente. “Muchas veces me siento como un idiota cuando hablo con mi propia mujer”, dijo al respecto al New York Daily News. Pero su unión parece tan sólida que no se adivina ningún peligro de que alguno de los dos se sienta minusvalorado por el otro. Amal también ha sido capaz de hacerle llorar de emoción al actor por las palabras que le dedicó en la entrega de los Premios del American Film Istitute en junio de 2018: "De alguna manera es más fácil para mí dirigirme a un tribunal en nombre de un detenido, que hablar en público como lo hago esta noche por primera vez sobre mi esposo. Lo hago por el inmenso orgullo de ver todo lo que ha logrado", dijo entonces. Y añadió que era “un caballero en todo el sentido de la palabra” y que aunque él creía en la suerte como factor de su éxito, ella lo atribuía “a su talento y a su increíble carácter”. Buenos cimientos para un sólido matrimonio que además de sus trabajos, su apoyo a causas políticas y solidarias, se muestra feliz con sus dos hijos, los mellizos Ella y Alexander que nacieron en junio de 2017.
Fuente El Pais
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