viernes, 26 de febrero de 2010

Analizan que a la fecha,los Premios Casandra como que le falta algo.




La efervescencia en torno al premio Casandra en los días previos a su entrega no es la misma de otros años.
Como se dice popularmente, ”le hace falta mambo”.
Las expectativas de otros tiempos se han disipado a partir de que la gente en gran medida se ha aprendido el Casandra.
Para bien o para mal, las controversias de antaño hacen falta para mover ”la coctelera del entusiasmo”, que forma parte de la ”morbosidad” de la gente en torno a la premiación.
Por solo citar algunos detalles, aunque criticáramos, después hicieron falta los esperados despliegues por la Alfombra Roja de Georgina Duluc, las figuras internacionales que le daban realce, categoría y glamour a la ceremonia, y una serie de elementos que movían la prensa y la opinión pública en torno al premio en otros tiempos.

GEORGINA DULUC, LA REINA DE LA ALFOMBRA
La entrega de nominaciones apenas generó dos o tres comentarios, incluyendo los de algunos miembros molestos con la barbaridad que se hizo de mezclar mansos con cimarrones en los reconocimientos que se entregaron a un grupo de cronistas donde se incluyeron personas de las cuales no se puede decir que realmente ostentan esa condición, lo cual fue muy cuestionado.
Lo único que según veo puede salvar al Casandra de que pase este año sin penas ni glorias es lo que haga Edilenia Tactuck con la producción que se ha puesto en sus manos.
Debo decir que confío en su talento y el trabajo de Pinky Pintor en la Alfombra Roja.
Aunque debo señalar que Edilenia está haciendo ”de tripas corazón” con el disminuido presupuesto que la empresa patrocinadora le ha dado en su plan de recorte de todo, según los informes que me han llegado.
La salida de Teodoro Hidalgo ha significado un gran bajón para Acroarte y el Casandra, a tal punto de que a la señora que tiene ahora en sus manos esos asuntos le dicen ”machete y yilé” por lo bajito que ”chapea” en asuntos de dinero y el presupuesto de la Cervecería.
Al margen de ello pienso que para el próximo año debe hacerse una re-ingeniería en El Casandra.
Una vez la hicimos cuando nos salió un premio mal.
Un equipo de la Cervecería y otro de Acroarte nos reuníamos cada 15 dias después que pasó el premio trabajando para replantearlo, y hasta nos fuimos a los Angeles a ver El Grammy, a conocerlo de cerca, de lo cual ya les he hablado en otra ocasión.
Me consta que Feliz Vinicio tiene buenos planes en carpeta los cuales este año no ha podido implementar.
El, al igual que yo, sabe que en el Casandra, y hasta en la misma Acroarte ha llegado el momento de barajar las cartas y repartirl de nuevo.




fuente Joseph Caceres

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