Una trompeta en la Banda Municipal de su pueblo (Altamira) fue su primer instrumento, a los 11 años. A partir de esa aventura pasarían algunos largos años hasta convertirse en un ícono universal del merengue. Este 2012 celebra cuatro décadas meritorias sobre la tarima del gusto popular y el inolvidable sonido de este ritmo caribeño.
Hijo de Bienvenida Martínez y Ramón Emilio Vargas, no sin mucha modestia afirma que se conocieron “mediante el vocabulario de la música” y que dada esta peculiar circunstancia no tuvo “ninguna respiración que no estuviera contaminda por la música”.
Lo hacía sin saberlo
Cuando a la edad de 17 años emigra a Santo Domingo, desde Puerto Plata, trabaja como trompetista en distintas agrupaciones de poca notoriedad. En el 1972 empieza a grabar jazz (uno de sus géneros musicales favoritos) junto a un pequeño grupo que pasarían a la historia como “Los Beduinos”. Sin vivir en ningún desierto y acompañado de Víctor Víctor, Manuel de Jesús, Chery Jiménez “y un sinnúmero de glorias de ese entonces”. Más tarde abandona esa forma de hacer música y se convierte en merenguero. Es en los 80`s cuando se “establece ese Wilfrido Vargas que la gente conoce en términos internacionales”, puntualiza.
Ejército de timbres
¿Cómo fue?, nos preguntamos, y su cándida respuesta no es exactamente un hecho inusual, pero sí un poco inaudito: “Quizás empecé a hacer merengue sin saberlo hacer, y muchas veces eso es novedoso... oye eso, es como paradójico, no?” (se ríe). “Pero el hecho de que yo no supiera hacer merengue hizo que el merengue fuera raro, y eso atrajo. El repertorio que grabé, la época en que grabé, las personas que me rodearon, todas las coincidencias fueron dadas”, explica. Su primer disco, “Como tú una flor”, lo grabó junto a Víctor Víctor en el estudio de Atalah Blandino.
En aquellos tiempos era un seguidor de Johnny Ventura, Félix del Rosario y Rafael Solano: “Eran las tres personas que yo escuchaba en ese tiempo”, aclara. Una de las características más importantes de su trabajo artístico fue su interés de “captar talentos de distintos países adonde yo iba. Eso hizo que yo conformara un ejército de colores, de timbres, de nacionalidades, de educaciones distintas que le dieron esta filosofía, todos estos matices”. Sin eso “yo hubiera sido un merenguero tradicional”, apunta. En el año 1977 sale por primera vez rumbo a Puerto Rico y en el 1978 a Nueva York, el escenario predilecto para los espectáculos latinos de la época.
“Tour 40 Años”
Ahora se prepara para celebrar sus 40 años en la música con un concierto en el hotel Jaragua. En escena estarán 28 músicos e intérpretes, presentándose este sábado 23 de junio con “Wilfrido Vargas, la historia. Tour 40 aniversario”. Sus expectativas son claras: “Que la gente se lleve una buena experiencia”.
René Brea, productor artístico del evento, expresó que “la idea es contar la historia de Wilfrido Vargas, en casi dos horas de música; Wilfrido tiene una historia que contar”.
La dirección musical estará a cargo de Roberto Suriel y Brea adelanta que “habrá sorpresas para el público”.
(+)
¿QUÉ LE PASA AL MERENGUE?
Asunto de marketing:
no cree que el merengue esté perdiendo fuerza: “Las orquestas de merengue si han perdido fuerza, lo que no ha perdido fuerza es el merengue” afirma. El problema, para Vargas, es que las orquestas de merengue se han quedado atrás, rezagadas. “No hemos tenido la iniciativa, ni hemos estado, hablando honestamente, al nivel de lo que se está pidiendo y viviendo en estos momentos. El concepto marketing tiene que ir de la mano del 2013, el concepto producción tiene que ir de la mano” dice tajantemente. Señaló que el merengue “ha sido atrapado” por gente que sí ha tenido claros estos conceptos.
“Me parece que las cosas que se hacían antes, las cosas novedosas que se dieron en los 80`s no hay como hacerle frente en el 2013, a ésta época, la época del internet, la época donde el marketing establece hasta la forma de vestir”.
fuente listin diario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario